La falta de contundencia en las palabras de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), arrastró ayer jueves al IBEX 35 a niveles mínimos. Después de una caída del 3,89 por ciento al cierre, la mayor desde junio de 2010, el índice se situó en la cota de los 8.686,5 puntos, el cuarto mínimo consecutivo.
En cinco jornadas seguidas de descenso, el selectivo se ha dejado un 10 por ciento. Un día más, la prima de riesgo llegó a superar los 400 enteros durante la sesión y cerró al límite, en los 398. Los analistas explicaron que los mercados esperaban un mensaje "contundente", que despejase todas las dudas, de la entidad europea.
La falta de contundencia en las palabras de Trichet, desencadenó el desplome del IBEX, que durante toda la jornada luchó por mantener el tono positivo, apoyado en los buenos datos de la emisión del Tesoro español. Éste adjudicó 3.311 millones en la emisión de bonos a tres años y en la reapertura de una línea de obligaciones con vencimiento el 31 de enero de 2015.
Sin embargo, después de la intervención, volvieron las dudas a los mercados y el parqué volvió a hacer aguas, hasta cerrar en la cota de los 8.686,5 puntos, el cuarto mínimo consecutivo, después de una caída del 3,89 por ciento. Es la mayor desde junio de 2010 y ningún valor logró escapar a los 'números rojos'.
Los mayores descensos correspondieron a Mediaset (-8,32 por ciento), IAG (-7,14 por ciento), Técnicas Reunidas (-6,53 por ciento), ArcelorMittal (-6,11 por ciento) y Repsol YPF (-5,71 por ciento). Banco Santander cedió un 4,43 por ciento, por delante de BBVA, (-4,12 por ciento), Bankinter (-4,08 por ciento), Banco Sabadell (-3,3 por ciento) y Banco Popular (-3,06 por ciento). Telefónica cedió un 2,88 por ciento.
El mercado de deuda también vivió una jornada tensa. De nuevo, el diferencial español con respecto al 'bund' superó la franja de los 400 puntos básicos, hasta los 405, desde el entorno de los 390 en el que se situó a primera hora de la mañana. Al final, llegó al cierre al límite, en 398 enteros.
En el mercado de divisas, el euro también cedió posiciones frente al dólar y, al cierre de la sesión bursátil, el cambio entre las dos monedas quedó fijado en 1,4151 unidades.
También fue un jueves negro para el resto de bolsas europeas. Así, Fráncfort bajó el 3,4 por ciento y retrocedía hasta niveles de octubre pasado, en tanto que Londres cayó el 3,43 por ciento y se situaba en precios de septiembre de 2010. París cedió el 3,9 por ciento hasta cotas de julio del año pasado, mientras que Milán perdió el 5,16 por ciento y retrocedía a abril de 2009.
NECESIDAD DE UN MENSAJE
CLARO
Los expertos a los que Europa Press consultó aseguraron que el mercado esperaba un mensaje "claro" y "contundente" del BCE sobre la compra de bonos de los países periféricos, entre ellos, de España e Italia. De ahí que las palabras del presidente de la institución decepcionasen a los inversores.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, anunció ayer que la entidad monetaria decidió mantener el controvertido programa de compra de deuda pública y consideró que son necesarios más incrementos de los tipos de interés.
En la conferencia de prensa en Fráncfort tras la reunión mensual del consejo de gobierno del BCE, en la que se decidió mantener los tipos de interés en la zona del euro en un 1,5 por ciento, Trichet anunció también una operación extraordinaria de inyección de liquidez mediante préstamos a los bancos comerciales en la eurozona a seis meses.
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