Europa volvió ayer a avalar las reformas y ajustes del Gobierno, pero el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió una respuesta firme del Eurogrupo ante los últimos ataques a la deuda y pidió responsabilidad a los países "más poderosos", en clara alusión a Alemania.
En una nueva jornada negra en los mercados, Zapatero recibió en el Palacio de la Moncloa al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien coincidió en que es "urgente" que los socios del euro ofrezcan propuestas claras para evitar el contagio de la crisis griega.
Sin citar a Alemania, Zapatero hizo hincapié en que todos los socios europeos deben asumir su responsabilidad "y de manera singular los países más poderosos".
En opinión del Gobierno, el debate sobre la participación de la banca privada en el rescate a Grecia, abierto por Berlín el año pasado, "no es el camino adecuado" para transmitir tranquilidad a los mercados financieros. Se abrió mal, dijo Zapatero, y todavía no se ha cerrado.
En este contexto reclamó una respuesta europea "firme, calculada, clara y rápida" para devolver la confianza a los inversores y asentar la recuperación económica.
España, como otros países europeos, ha tomado las medidas necesarias para reducir el déficit público y acometer reformas estructurales y ese esfuerzo debe servir "para algo".
Van Rompuy dejó claro que la situación de España es muy distinta a la de Grecia y respaldó los ajustes españoles, medidas que reconoció que pueden ser "impopulares" pero que son necesarias y forman parte de "un paquete muy creíble" para lograr la recuperación.
Pero ante el riesgo de contagio, insistió a los líderes europeos a "ponerse por encima de sus agendas nacionales" y ratificar su compromiso de que harán "todo lo que haga falta con el fin de salvaguardar la estabilidad financiera de la eurozona".
La desconfianza generalizada en los mercados ha llevado de nuevoayer a la prima de riesgo española a máximos, aunque después se moderó con los rumores sobre la compra de bonos por parte del Banco Central Europeo.
Ante la gravedad de la situación Zapatero llamó a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, a la Moncloa antes de su reunión con Van Rompuy y después quiso lanzar un mensaje de tranquilidad.a
Aseguró que el plan de financiación de la deuda pública española tiene "todas las garantías" y está funcionando según lo previsto, aunque ahora esa financiación pueda resultar "algo más cara" por la subida de los intereses de la deuda.
Salgado le garantizó que el Tesoro tiene "holgura" y que tanto los planes de emisión de deuda como las previsiones de reducción del déficit se van cumpliendo según lo previsto y "razonablemente bien".
Aunque no hay previsión de que se puedan incumplir los compromisos marcados, Zapatero reconoció que el Gobierno "debe estar preparado para cualquier circunstancia".
Reconoció que el crecimiento de la economía es "aún lento", pero insistió en que se mantienen las expectativas.
El presidente del Gobierno confió en el liderazgo de Van Rompuy para que finalmente puedan solventarse las dudas sobre Grecia y devolver la tranquilidad a los mercados.
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