El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, tiene previsto regresar a Yemen para iniciar un proceso "pacífico" de transferencia de poder -bien al Parlamento, bien a una coalición de partidos- cuando reciba el alta del hospital saudí donde convalece de sus heridas causadas, según fuentes cercanas al dirigente, por una artefacto explosivo colocado en una mezquita en el interior palacio presidencial y no por un bombardeo tribal, como se lleva manteniendo desde el primer momento.
"La bomba de la mezquita se encontraba cerca del presidente cuando hizo explosión. Tuvo suerte de escapar", declaró la fuente, que se encontraba con el presidente en el momento del ataque.
Previamente, los oficiales yemeníes habían acusado a una coalición tribal de oposición de bombardear el palacio con fuego de artillería. Las tribus negaron toda responsabilidad. La fuente consultada ha declinado elucubrar sobre quién colocó la bomba.
La fuente precisa que el presidente tiene quemaduras en menos de un 40 por ciento de su cuerpo a consecuencia de la explosión, que dejó otros 39 heridos, entre ellos el primer ministro, dos viceprimeros ministros, así como los presidentes de ambas cámaras legislativas.
Todos ellos han sido trasladados a Arabia Saudí para recibir atención médica. "Tras la explosión de la bomba fueron disparados varios cohetes en dirección a la mezquita, pero el presidente ya había logrado escapar", añadió esta fuente.
Salé, que se mantiene en contacto con el resto de su Ejecutivo en Yemen vía telefónica, contempla dos opciones para ceder el poder: trasladar todas sus competencias al Parlamento y convertirse en una figura simbólica, o permitir la formación de una coalición de gobierno, convocar elecciones presidenciales y, finalmente, "abandonar tranquilamente el poder".
La clave, a juicio de la fuente, reside en la paciencia. "Salé quiere una transferencia pacífica y eso no va a pasar de la noche a la mañana. Hace falta tiempo para la formación de un Gobierno de coalición".
La intención inmediata de Salé es dirigirse al pueblo en un discurso televisado que podría tener lugar "muy pronto", explicó esta fuente. Previamente, su Gabinete confirmó que el presidente yemení comparecerá ante los medios de comunicación en menos de 48 horas.
"El presidente aparecerá en las próximas 48 horas a pesar de nuestro miedo a que sus quemaduras en su rostro y su cuerpo sean un obstáculo, dado que su apariencia no será la que esperan los medios", explicó su secretario, Ahmed al Sufi.
Más de 200 personas han muerto desde el inicio de las protestas contra Salé, la mayoría después de que parte del Ejército se rebelara y se sumara a la oposición y a las milicias tribales. Desde la salida de Salé de Yemen hay en vigor una tregua auspiciada por los países de la región.
Desde la partida de Salé a Arabia Saudí ha sido el vicepresidente, Abd-Rabu Mansur Hadi, quien ha asumido los poderes presidenciales y ha realizado varios gestos conciliadores para con la oposición.
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