EXPECTACIÓN. Vecinos y periodistas se concentran frente a la residencia en la que falleció Bin Laden - Reuters

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El líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, "no estaba armado" en el momento en que el comando estadounidense enviado para capturarlo abrió fuego contra él, informó ayer la Casa Blanca.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que Bin Laden y su familia fueron localizados en el segundo y tercer piso de la residencia de Abbottabad, en las cercanías de Islamabad, y el líder de Al Qaeda presentó resistencia a su captura, por lo que se abrió fuego contra él. Una de sus esposas echó a correr y recibió un disparo en uno de los gemelos. Bin Laden recibió varios impactos de bala en la cabeza y en el pecho. Aunque no tenía armas consigo, precisó el portavoz de la Casa Blanca, "no es necesario estar armado para oponer resistencia". Tras ser abatido, el cuerpo del terrorista fue trasladado al portaaviones Carl Vinson, en el mar de Arabia, donde se le preparó de acuerdo con las costumbres islámicas, se le lavó y se le envolvió en un sudario blanco. El cadáver de Bin Laden se introdujo en una bolsa con carga pesada y fue lanzado al mar luego de que se recitaran unas plegarias que un traductor repitió en árabe, explicó el portavoz.

NO SE INFORMÓ A PAKISTÁN
Estados Unidos no informó a Pakistán de la operación contra el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, porque podía poner en riesgo la misión, afirmó el director de la CIA, Leon Panetta, en una entrevista con la revista Time publicada ayer.

Los estadounidenses temían que los paquistaníes "pudieran alertar a los objetivos", dijo Panetta en la primera entrevista después de la operación en la que murió el jefe de Al Qaeda.

Durante meses Estados Unidos consideró un ataque más extenso que incluyera la coordinación con otros países, en especial Pakistán, pero la CIA descartó la participación de su aliado porque "cualquier esfuerzo por trabajar con los paquistaníes hubiese puesto en peligro la misión", dijo Panetta. Otro de los planes considerados por EE.UU. consistía en un bombardeo desde aviones B-52 o un ataque con misiles cruceros pero estas opciones se descartaron por la posibilidad de grandes "daños colaterales", es decir, bajas entre la población civil. Panetta relató a Time las deliberaciones durante la última semana entre los altos funcionarios en los servicios de inteligencia hasta que llegaron a "pruebas circunstanciales" que señalaban la presencia de Bin Laden en la ciudad de Abbottabad (norte de Pakistán).

Entre los expertos Panetta encontró algunos preocupados porque se repitieran los errores que llevaron al fracaso, en 1980, de un intento de rescate de rehenes estadounidenses en Irán, y otros que temían una repetición de lo ocurrido en Somalia, en 1993, cuando dos helicópteros estadounidenses fueron derribados.

Panetta dijo que algunos de sus asesores se preguntaron qué ocurriría si uno de los helicópteros estadounidenses enviados a la misión era derribado y, en medio del incidente, aparecían las fuerzas militares paquistaníes.

Pero Panetta llegó a la conclusión de que había elementos suficientes para arriesgarse a lanzar la misión, y el jueves pasado hubo una reunión "crucial" en la cual el presidente Barack Obama escuchó los argumentos de sus asesores. Las pruebas seguían siendo inciertas sobre la presencia de Bin Laden en la residencia que sería atacada y la decisión quedó en manos del presidente.

Panetta se enteró de que el presidente había aceptado sus argumentos el viernes pasado, cuando "Obama dijo que autorizaba la misión con helicópteros y oficializó la orden con una carta firmada".

Una sala de conferencias, sin ventanas, en el séptimo piso de la sede de la CIA en Langley (Virginia) se convirtió en el centro de comando de la misión, en comunicación directa con los mandos en el terreno y las unidades de fuerzas especiales de la Marina, SEALS, que ejecutaron la operación. Entre los presentes se encontraba el general William McRaven, jefe del Mando Conjunto de Fuerzas Especiales, a quien Panetta repetidas veces le preguntó qué significaban los mensajes y códigos intercambiados en las comunicaciones. "Cuando finalmente McRaven dijo que habían identificado a 'Jerónimo' -el código asignado a Bin Laden- todo el mundo aflojó la respiración contenida", relató Panetta. Cuando los helicópteros levantaron vuelo del predio atacado hubo un aplauso unánime en la sala de Langley.