Gregorio Escobar - internet

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Tres inmigrantes subsaharianos murieron la madrugada de ayer tras incendiarse la chabola en la que dormían cerca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CEPI) de Melilla.

Fuentes policiales confirmaron a Efe que el incendio, al parecer producido por las velas que usaban para alumbrase, comenzó en torno a las cinco de la mañana.

Tras el incendio, más de medio centenar de inmigrantes se dirigieron a pie a la Delegación del Gobierno, distante unos dos kilómetros, para denunciar la muerte de los tres subsaharianos con gritos y pancartas con lemas como "No a la violencia y a la discriminación".

La Guardia Civil investiga ahora las causas del incendio, aunque las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se originó en su interior.

En rueda de prensa, el delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, informó de que la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil y el juzgado de guardia han abierto las diligencias para esclarecer los hechos y determinar las causas que originaron el fuego.

Para ello, se ha pedido colaboración a la Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía, que es especialista en la investigación de casos de incendio.

Escobar informó de que este equipo operativo, junto con el médico forense, se trasladaron ayer por la madrugada al lugar de los hechos, el Cerro de Palma Santa -cerca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)-, si bien la oscuridad de la zona impidió su actuación hasta ayer por la mañana, cuando se levantaron los cadáveres.

Denuncia
La Delegación del Gobierno desmintió la denuncia realizada ayer por un grupo de subsaharianos en el sentido de que viven en chabolas porque no se les permite el paso al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), al asegurar que todos tienen sitio si cumplen las normas de convivencia.

Escobar informó de que en estos momentos hay unas 50 chabolas en las inmediaciones del CETI, si bien no precisó cuántos inmigrantes viven en ellas porque es un dato que "fluctúa" cada día.

De hecho, apuntó que no todas son utilizadas de forma permanente por los inmigrantes, ya que algunas permanecen vacías durante un tiempo y otras se utilizan como lugar de reunión o encuentro por los 'sin papeles'.

No obstante, insistió en que si los inmigrantes viven en estas infraviviendas se debe a una "decisión propia" tomada de forma "voluntaria", ya que "todas las personas que están en situación administrativa irregular en Melilla tienen un puesto en el CETI" en cuanto a alojamiento, manutención, cobertura de higiene personal y sanitaria y actividades.

Según Escobar, el hecho de que haya inmigrantes que decidan no hacer uso de estos servicios básicos en el CETI se debe a que no están dispuestas a cumplir con las "normas de convivencia" establecidas en este centro, entre ellas los horarios de entrada y salida, no cocinar en las habitaciones o no consumir ni introducir alcohol en el recinto.