CASTRO. La alocución del presidente se prolongará durante más de dos horas - Reuters

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El presidente de Cuba, Raúl Castro, afirmó ayer en un crítico y severo discurso que es necesario que el país y sus dirigentes rectifiquen los errores cometidos porque, de lo contrario, la revolución y el esfuerzo de generaciones enteras se hundirá.

"O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (...) el esfuerzo de generaciones enteras", aseveró Castro ante la Asamblea Nacional de Cuba.

Durante su alocución de más de dos horas, Castro realizó una revisión de los errores cometidos en el país, fue crítico con las malinterpretaciones del socialismo y anunció una actitud muy exigente con todos los dirigentes de cara al proceso de reformas que enfrenta la isla.

Llamó a desterrar definitivamente el secretismo y la mentira entre los cuadros dirigentes del país y advirtió que quien miente "debe ser removido definitiva y no temporalmente del cargo que ocupa" e incluso ser separado de las filas del Partido Comunista.

El presidente cubano enfatizó en que los acuerdos del Gobierno deben cumplirse y no convertirse en letra muerta como ha sido habitual e insistió en que repetir errores pone en juego "la vida de la revolución".

El gobernante citó en varias ocasiones a su hermano y ex presidente Fidel Castro, y cuestionó el por qué algunas de sus "orientaciones" e "instrucciones" en materia económica no fueron cumplidas en las últimas décadas.

"Nos faltó cohesión, organización y coordinación entre el Partido y el Gobierno", indicó el general Castro, quien anunció que el próximo año se analizarán modificaciones en los métodos de trabajo del PCC. "El Partido debe dirigir y controlar y no interferir en las actividades del Gobierno a ningún nivel", resaltó.

Sobre la aplicación de su plan de reformas económicas, dijo que los "adversarios de la revolución" realizan campañas para advertir que ese proceso será un fracaso y está siendo recibido en la isla con escepticismo.

En respuesta, subrayó que él no fue elegido presidente de la isla para "restaurar el capitalismo en Cuba ni para entregar la revolución" sino para continuar perfeccionando el socialismo. "Es mucha la sangre derramada por nuestro pueblo para aceptar el desmantelamiento de lo logrado al precio de tanto sacrificio", aseveró.