El Santo Padre pide rezar por el fin de la violencia mundial

El Pontífice recordó las "tantas situaciones difíciles" que todavía se producen en el mundo y puso como ejemplo, además de los atentados en Irak, "los enfrentamientos en Egipto en los que ha habido muertos y heridos". De igual modo, se refirió a "las víctimas de traficantes y criminales", así como al "drama de los rehenes eritreos y de otras nacionalidades en el desierto del Sinaí".

"El respeto a los derechos de todos es el presupuesto para la convivencia civil. Que nuestra oración al Señor y nuestra solidaridad puedan llevar esperanza a quienes se encuentra en sufrimiento", añadió.

Por otra parte, en sus palabras antes de la oración mariana, el Santo Padre recordó que en Adviento también hay que "escuchar la voz de Dios, que resuena en el desierto del mundo a través de las Sagradas Escrituras".

En este sentido, destacó que "de hecho, la fe se fortalece cuanto más se deja iluminar por la palabra divina", al tiempo que aseguró que "el modelo de escucha" es la Virgen María. "Contemplando en la Madre de Dios una existencia totalmente modelada por la palabra, nos descubrimos también llamados a entrar en el misterio de la fe, mediante la cual Cristo viene a morar en nuestra vida", explicó.

Benedicto XVI añadió que "todo cristiano que cree en un cierto sentido concibe y genera el verbo de Dios", citando así un pasaje de su exhortación apostólica Verbum Domini sobre las Sagradas Escrituras.