Convergencia i Unió (CiU) ha sido la gran vencedora de las elecciones autonómicas catalanas, con 62 diputados, aunque no alcanza la mayoría absoluta, que sí acarició en algún momento de la noche electoral con los datos de los sondeos a pie de urna. El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se queda en 28 escaños, el peor resultado de su historia, con 9 menos que en las elecciones de 2006 y por debajo de la barrera psicológica de los 30 diputados, mientras que el Partido Popular, en cambio, ha alcanzado sus mejores resultados en estas elecciones, al llegar a los 18 diputados, y pasa a ser la tercer fuerza política en Cataluña. Una novedad ha sido la entrada en el Parlamento, con 4 diputados, de un nuevo partido político, Solidaritat Catalana (SI), liderado por el ex presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta. El tripartito se ha derrumbado en estas elecciones, al perder 22 escaños desde los 70 con que contaba en 2006. Así, Esquerra Republicana es otra de las perdedoras en las elecciones, al quedarse con 10 diputados, mientras que ICV también obtiene 10 diputados.
CiU mejora así sus resultados desde los 48 con que contaba hasta ahora en el Parlamento de Cataluña. El PP, a su vez, gana 4 escaños, con lo que mejora los resultados que obtuvo en 1995 con Alex Vidal-Quadras, los mejores hasta entonces, cuando llegó a los 17 representantes. Esquerra Republicana ha caído hasta los 10 diputados desde los 21 que obtuvo en las elecciones anteriores del año 2006. Ciutadans, a su vez, alcanza 3 escaños, con lo que mantiene su representación en el Parlamento catalán.
Queda en cambio fuera del Parlament Reagrupament per Catalunya, mientras que Plataforma per Catalunya, que en algún momento del recuento se le llegó a adjudicar 3 escaños, finalmente no logró ninguno. También quedaron fuera del Parlamento, Unión, progreso y Democracia (UPyD) y la ex diputada del PP catalán Monserrat Nebrera, que encabezaba la candidatura Alternativa de Govern.
CiU ha obtenido el 38,43 por ciento de los votos, superior al 31,52 por ciento de las elecciones anteriores, mientras que PSC baja desde el 26,81 por ciento hasta el 18,33 por ciento; el PP incrementa sus resultados desde el 10,64 por ciento hasta el 12,34 por ciento; ERC recibe los votos del 7,00 por ciento de los ciudadanos, desde el 14,06 por ciento del año 2006, ICV baja desde el 9,56 por ciento el 7,39 por ciento; y Ciutadans sube del 3,04 por ciento al 3,4 por ciento. SI, por su parte, alcanza el 3,28 por ciento.
Artur Mas obtiene así para CiU el mayor número de escaños desde el año 1995, en que alcanzó 60, mientras que el PSC nunca había obtenido un número tan bajo de diputados en el Parlament catalán. Su cifra más baja había sido 33 en el año 1980. ERC, por su parte, se aleja de los 23 diputados que alcanzó en 2003, mientras ICV-EUiA está muy lejos de los 25 de 1980, aunque desde entonces sólo había superado los 11 escaños en las elecciones de 2006.
Ante la victoria electoral, en el Hotel Majestic, donde desde 1989 CiU recibe el seguimiento de la noche electoral, la tónica fueron los aplausos y gritos de apoyo dirigidos al candidato del partido, Artur Mas.
MÁS PARTICIPACIÓN
La participación electoral fue superior en estas elecciones catalanas a la de los comicios del año 2006. En concreto, ha pasado del 56,04 por ciento de los electores en 2006 a 59,92 por ciento en 2010.
Mas tiende la mano para levantar el país entre todos
El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, recibió su victoria electoral con "humildad", tendiendo la mano al resto de formaciones políticas y haciendo un llamamiento al conjunto del país a unir esfuerzos y a ayudarle a "levantar" Cataluña entre todos.
Mas bajó de la suite del Hotel Majestic de Barcelona, desde la que hacía el seguimiento de la noche electoral, y compareció en el salón principal de la planta baja, vitoreado por centenares de fieles al grito de "¡Mas, president!". Flanqueado por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, el ex presidente catalán Jordi Pujol y otros miembros de la dirección de la federación, así como su esposa, Helena Rakosnik, Mas afirmó: "Tendremos que levantar Cataluña entre todos. Tendremos un Govern fuerte, pero al lado, no detrás, necesitamos a un país movilizado con sus mejores energías y activos".
Con el mismo tono contenido que mostró en el mitin final de campaña en el Palau Sant Jordi de Barcelona, Mas explicó que recibe la victoria con "una mezcla de humildad, responsabilidad y esperanza".
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