El Consejo de Ministros aprobó ayers el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011, que incluyen un recorte del gasto no financiero del 7,9 por ciento, superior al previsto en junio, del 7,7 por ciento, hasta los 122.022 millones de euros frente a los 122.256 millones iniciales, sin contabilizar la financiación de las administraciones territoriales. Asimismo, la partida ministerial se reduce en un 16 por ciento al igual que la revisión al alza de la previsión de destrucción de empleo para este año que cae un 2,2 por ciento y que sitúa la tasa de desempleo en un 19,3 por ciento. Para la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, estos presupuestos son los de la "austeridad", la "recuperación", la "estabilidad" y la "confianza".
Junto a De la Vega compareció en rueda de prensa la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien destacó el carácter "social" de este acuerdo y subrayó que se trata de los presupuestos "más austeros de los últimos años en términos relativos porque, en términos absolutos, los ministerios contarán con el presupuesto equivalente a 2006". Por su parte la número dos de los socialistas afirmó que los presupuestos que serán presentados el próximo jueves en el Congreso de los Diputados facilitarán, junto con la reforma laboral, la Ley de Economía Sostenible y la reforma del sistema de pensiones, "la recuperación económica y el empleo".
Salgado avanzó que los Presupuestos para 2011 incluirán una reducción del gasto de los ministerios del 16 por ciento, aunque las partidas de Investigación y Desarrollo y Educación serán las "menos afectadas", puesto que "son fundamentales" para consolidar "un nuevo modelo económico más resistente a la crisis". En conjunto, los gastos de funcionamiento del Estado, excluidos los destinados a procesos electorales, descenderán un 6,7 por ciento.
Asimismo, las cuentas acogen la congelación de las retribuciones del personal al servicio del sector público, con lo que se consolida la rebaja del 5 por ciento en los salarios de los funcionarios aplicada desde el mes de junio, y la reducción de la oferta pública de empleo, con una tasa de reposición del 10 por ciento. También, en la partida de gastos se incluye un incremento del 1 por ciento de las pensiones mínimas, ya que estas prestaciones no están afectadas por la congelación aprobada para 2011 por el Gobierno.
Además, desde el Gobierno se sostiene que el proyecto de Ley "se subordina absolutamente" a la reducción del déficit y se asegura que los compromisos de estabilidad presupuestaria se cumplirán tanto en 2010 como en 2011. Por lo pronto, Salgado dijo que el déficit de las administraciones públicas en 2009, fue del 11,1 por ciento, "un poquito inferior" al 11,2 por ciento inicialmente anunciado.
Por tanto, las previsiones siguen apuntando a una reducción del déficit de las administraciones públicas del 9,3 por ciento en 2010 y de 6 por ciento en 2011, con la vista puesta a su reducción hasta el 3 por ciento en 2013. Asimismo, el Ejecutivo espera que la deuda pública siga siendo en 2011 "considerablemente inferior" a la de los países de la zona euro, al pasar del 62,8 por ciento del PIB previsto en 2010 al 68,7 por ciento en 2011, unos 20 puntos porcentuales menos que las ratios cercanas al 80 por ciento del PIB del entorno europeo. Además, la deuda del Estado se reducirá del 47,8 por ciento al 51,5 por ciento del PIB.
REDUCCIÓN DEL GASTO
En el capítulo de gastos, Salgado hizo hincapié en que el techo de gasto no financiero del Estado se reducirá un 7,9 por ciento, hasta los 122.022 millones de euros, respecto al de 2010 en términos homogéneos, sin contabilizar la financiación de las administraciones territoriales, cuya cuantía está condicionada por la entrada en vigor del nuevo modelo de financiación autonómica.
Sumando estas cuantías, el gasto se sitúa en los 150.056 millones de euros. Sin embargo, en comparación con el gasto real previsto para 2010, la reducción del gasto será del 3 por ciento, aunque Salgado advirtió de que "ese porcentaje lleva dentro un incremento importante de partidas como el gasto de intereses de deuda".
Preguntada en este punto por el coste que tendrá el pago de los intereses de la deuda emitida, Salgado eludió dar cifras concretas "por cortesía parlamentaria", pero aseguró que la partida prevista "va a ser más que suficiente" para hacer frente a su coste. Además, Salgado señaló que el Gobierno ha elaborado los Presupuestos contando con que los tipos de interés sigan siendo "moderados" en 2011 al no esperarse nuevas tensiones inflacionistas en la UE.
El Ejecutivo confía en que la recuperación económica y el efecto de las medidas incluidas tanto en los presupuestos de 2010 como en el decreto de recortes permitan que los ingresos sigan creciendo el próximo año. Si bien, reconoce que las medidas fiscales para 2011, que recogen una subida del IRPF para las rentas más altas, no tendrán una influencia significativa en la previsión de ingresos.
Por otra parte, el Gobierno ha corregido su previsión de destrucción de puestos de trabajo para este año, con una caída del empleo del 2,2 por ciento, esto es, dos décimas más que la estimada en su última previsión realizada en mayo. De esta forma la tasa de paro para 2011 alcanzará el 19,3 por ciento de la población activa, según la propia previsión del Gobierno y a pesar de su discutida reforma laboral.
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