Igualdad pide implicación para evitar la muerte de más mujeres

En una entrevista con Europa Press, Lorente incidió en que existe "una relación directa" entre los periodos de vacaciones y la violencia de género que se explica por la falta de rutinas que permitan interrumpir el conflicto una vez se ha iniciado.
Además, señaló que para el agresor "es más difícil" seguir a su víctima porque "las rutinas no existen y él se siente muy perdido", especialmente al ver que su víctima hace planes, lo que puede generarle "la sensación de que no la va a recuperar". "Son factores que facilitan el paso a la acción y por tanto, el homicidio", apuntó el experto.

"La situación estadísticamente hablando indica que agosto es el mes en que el número de homicidios es más alto, seguido de julio, que ha sido terrible, con nueve homicidios", apuntó Lorente para añadir que "el guión no está escrito y hay que intentar escribirlo". "Confío en que no tengamos que hablar de un verano dramático", señaló.

En cuanto al incremento de víctimas paralelo al descenso en las denuncias registrado en los primeros meses de este año, Lorente habló de una "disociación" que tiene su origen en distintos factores, como el que "muchas mujeres se encuentran un poco perdidas en la creencia de que la decisión de salir --de la violencia-- va a ser suficiente y se encuentran con el último obstáculo, que es la voluntad del agresor".

Asimismo, apuntó que "quitarle credibilidad y transcendencia a lo que la situación de violencia de género" hablando de "denuncias falsas" o "cuestionando la actitud de las mujeres" al final lo hace "mucho más difícil para ellas porque no se atreven a acudir a las instituciones, porque cuando acuden a veces no son creídas o porque cuando son creidas no se les da la transcendencia y gravedad que tiene su situación".