El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró ayer en Barcelona su predisposición a analizar por "el cauce legal procedente" las cuestiones declaradas inconstitucionales del Estatut por el Tribunal Constitucional (TC), y se comprometió a contemplar la participación de Cataluña en determinadas competencias del Estado, aunque recordó que desde que asumió la presidencia "se han hecho 31 traspasos a Cataluña". No obstante, el presidente de la Generalitat, José Montilla, instó a Zapatero a probar con "hechos" ese compromiso del que habla con el fin de recuperar y rehacer los puentes de confianza entre Cataluña y España tras la sentencia del Estatut.
El jefe del Ejecutivo, indicó que no es el "responsable" de la sentencia del TC sobre el Estatut, pero añadió: "Si me siento responsable de sus consecuencias políticas". En su discurso consideró que los efectos jurídicos de la sentencia son "muy limitados si se comparan con la extensión de la impugnación" presentada por el PP y resaltó que aunque no se siente responsable del fallo, lo acata y le presta "el debido apoyo institucional" al Alto Tribunal. Zapatero pidió una recuperación de la confianza entre las instituciones de Cataluña y España, y avanzó que esta será una tarea "prioritaria" de su Gobierno para que "una Cataluña fuerte se sienta escuchada" dentro del Estado.
Asimismo, admitió que "las circunstancias y los avatares que rodearon a todo el proceso del Estatut han podido generar incomodidad y malestar en un sector amplio de la ciudadanía de Cataluña", y aseguró que tiene en cuenta esta incomodidad porque es una expresión "libre y legítima que debe ser escuchada". Además de considerar la recuperación de los preceptos anulados o interpretados, destacó que el primer paso de la hoja de ruta en la relación entre Cataluña y España tras la sentencia del TC debe ser "acercarse y recuperar los sentimientos". "Lo primero debe ser encontrarnos en los sentimientos. O nos sentimos cerca en los sentimientos o ir hacia otra vía es un error", sentenció. "Cataluña va a saber estar a la altura de las circunstancias y España también", concluyó.
El presidente del Gobierno afirmó que el Estatut "es la norma que más autogobierno ha reconocido en la historia de Cataluña", y también aseguró que otorga unas cotas de autogobierno equiparables a cualquier Estado federal. Así, destacó que apoyó la reforma estatutaria por "convicción política" y no por las mayorías parlamentarias en el Congreso y en la cámara catalana, porque a su juicio el proyecto se enmarca en la España plural.
Zapatero cerró su intervención afirmando: "No se pueden acallar ni los sentimientos ni las identidades. Vamos a hacer que el Estatut no quede en un recuerdo negativo por la sentencia. Nos vamos a emplear cueste lo que nos cueste".
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