El absentismo de 28 controladores en su puesto de trabajo del centro del control del aeropuerto de Barcelona causó ayer "fuertes retrasos" en el tráfico aéreo de la zona mediterránea, especialmente en los aeropuertos de Alicante, Valencia y Baleares, donde se produjo un retraso medio de una hora en algunos de sus vuelos.
El aeropuerto de El Altet (Alicante), que llegó a acumular un retraso de hora y media en 21 de los 262 vuelos programados, fue el más afectado por la baja de casi la mitad de los controladores que tenían previsto trabajar ayer en el centro de control barcelonés.
Aena había dispuesto 61 candidatos para cubrir los puestos de la torre de control del aeropuerto de la ciudad condal, de los que 55 estaban programados y seis eran de servicios de cobertura obligatoria.
Según Aena, de los 28 ausentes, un 46 por ciento de los que tenían servicio, 24 alegaron razones médicas, en la mayoría de los casos comunicados sin suficiente antelación para buscar sustitutos. Ante esta situación, el aeropuerto de El Prat (Barcelona) registró un retraso medio de 28 minutos.
Asimismo, el aeropuerto de Son Sant Joan (Palma) acumuló retrasos en 11 vuelos, diez de ellos internacionales, debido a que cerca del 90 por ciento de su tráfico aéreo pasa por Barcelona.
Por último, el aeropuerto de Valencia registró una media de retraso de media hora, mientras que Girona y Reus operaron con normalidad.
Investigación
Los servicios de inspección de la Seguridad Social ya están investigando cada una de las bajas producidas en el aeropuerto de Barcelona y Aena anunció que se adoptarán "todas las medidas que la ley prevé" para estos casos. Asimismo, va a activar "todos los instrumentos legales" para garantizar la seguridad, continuidad y eficiencia del tráfico aéreo. La acumulación de bajas, "que en la mayoría de las ocasiones se comunican sin el tiempo suficiente para buscar sustitutos, tiene el evidente objetivo de entorpecer el tráfico aéreo", subraya Aena, mientras que desde la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) se argumenta que un trabajador no puede saber con anterioridad en qué fecha va estar enfermo.
USCA, sindicato mayoritario del colectivo, señaló a Efe que las bajas médicas de trabajadores están médicamente justificadas y son fruto de la mala organización de sus turnos que, si no mejora, traerá un "verano complicado".
César Cabo, portavoz de este sindicato, añadió a Efe que lo que debería revisarse es el real decreto aprobado por el Ministerio de Fomento en marzo pasado que ha traído presión laboral a un colectivo con una actividad delicada y de gran estrés.
La situación, indicó, no es nueva y a medida que pase el tiempo, y si no se organizan mejor los turnos, se irá agravando porque no se trabaja en las condiciones adecuadas.
Desde el sindicato se argumenta que esta situación se debe a que los turnos y el personal están "muy ajustados" y cualquier baja tiene consecuencias en el tráfico aéreo.
USCA critica que después de "muchos años sin fomentar la formación y sin aumentar las plantillas" se esté realizando, sin atender a las consecuencias "un periodo de transición" para aplicar el real decreto que modifica las condiciones laborales de los controladores.
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, criticó ayer el "grave daño" al país, a las compañías y a los viajeros que causan los controladores aéreos con unas bajas que parecen organizadas y que, tras la investigación pertinente, pueden acabar siendo denunciadas en los tribunales.
Blanco recordó que AENA ha pedido que la Inspección de la Seguridad Social investigue estas "bajas masivas" y, si se encuentran fundamentos para ello sean denunciadas ante la Fiscalía.
Sin embargo, los controladores aéreos insistieron en que las demoras en los aeropuertos españoles registradas en las últimas semanas tienen como causa la falta de plantilla y lamentaron la lenta evolución de las negociaciones sobre el convenio de Aena.
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