El Papa Benedicto XVI volvió a pedir "insistentemente perdón" por los "pecados" del clero, especialmente por "el abuso a los pequeños" y prometió "hacer todo lo posible" para que no se vuelvan a repetir "jamás". Así lo aseguró el Romano Pontífice durante la Homilía de la Misa solemne con la que se dio por concluido el Año Sacerdotal. El Papa explicó que se examinará la autenticidad de la vocación al sacerdocio de los candidatos. A la vez, Benedicto XVI destacó el papel que juegan los sacerdotes en la comunidad católica. "Dios se vale de un hombre con sus limitaciones para estar, a través de él, presente entre los hombres y actuar e su favor", subrayó. La ceremonia se celebró en la Plaza de San Pedro del Vaticano ante miles de fieles y, por primera vez en la historia, fue concelebrada por cerca de 15.000 sacerdotes procedentes de todos los rincones del mundo.
"Pedimos perdón insistentemente a Dios a y a las personas afectadas, mientras prometemos que queremos hacer todo lo posible para que semejante abuso no vuelva a suceder jamás", afirmó Benedicto XVI.
Sin embargo, el Papa lamentó el hecho de que "precisamente en este año de alegría" hayan "salido a la luz los pecados de los sacerdotes, sobre todo el abuso a los pequeños". "Era de esperar que al 'enemigo' no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; él hubiera preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo", afirmó.
Por todo ello, "en la admisión al ministerio sacerdotal y en la formación que prepara al mismo haremos todo lo posible para examinar la autenticidad de la vocación", dijo. Además, "queremos acompañar aún más a los sacerdotes en su camino, para que el Señor los proteja y los custodie en las situaciones dolorosas y en los peligros de la vida", señaló.
En otro momento de su discurso, el Papa hizo referencia al papel de la "vara" en el ministerio del sacerdote. "Tu vara y tu cayado me sosiegan", dijo, citando un pasaje de las Sagradas Escrituras. Esto quiere decir, prosiguió, que el "pastor necesita de la vara contra las bestias salvajes que quieren atacar al rebaño, contra los salteadores que buscan su botín".
Del mismo modo, "también la Iglesia debe usar la vara del pastor, la vara con la que se protege la fe contra los farsantes, contra las orientaciones que son, en realidad, desorientaciones", explicó el Papa, en alusión a la "herejía, la tergiversación y la destrucción de la fe" y a las teorías que dicen que la Iglesia ha inventado la fe "autónomamente".
A la misa, que estuvo precedida por una vigilia de oración en la Plaza de San Pedro, participaron casi todos los obispos españoles y cientos de sacerdotes pertenecientes a las distintas diócesis de la Península. El Año Sacerdotal fue inaugurado el 19 de junio del año pasado. Con él, el Pontífice ha querido invitar a todos los fieles a reflexionar sobre la importancia que tienen los sacerdotes.
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