budapest. Un agente de cambio de moneda en su tienda - Reuters

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El nuevo Gobierno húngaro de centro derecha encabezado por el primer ministro Viktor Orban, que accedió al poder el pasado 29 de mayo tras obtener la mayoría absoluta en las últimas elecciones, reconoció ayer viernes la "grave situación" de la economía de su país tras descubrir que el anterior Ejecutivo había manipulado las cuentas públicas. La falsificación de los datos económicos también se produjo en Grecia por lo que el Gobierno húngaro teme la posibilidad de sufrir una crisis como 'a la griega'.

En una comparecencia ante los medios, el portavoz del primer ministro magiar, Péter Szíjjártó, reconoció que las declaraciones del vicepresidente del partido gubernamental Fidezs, Lajos Kosa, recogidas por diferentes medios húngaros y en las que afirmaba que las cuentas públicas sufrían un deterioro mayor del reconocido por lo que la economía del país se enfrentaba a la posibilidad de sufrir una crisis como la de Grecia "no son exageradas".

No obstante, en declaraciones a la televisión húngara, el portavoz del primer ministro apuntó que Hungría todavía no se encuentra en la misma situación que Grecia por lo que adelantó que el Ejecutivo trabaja en un plan de choque para sanear las cuentas públicas que será presentado en menos de 72 horas.

"El anterior Gobierno de Hungría falseó los datos, igual que sucedió en Grecia, donde ya ha llegado el momento de la verdad. Hungría aún no está así", dijo Szíjjártó, quien subrayó que el nuevo Gobierno pretende evitar el destino del país heleno y aseguró que "tras tomar conciencia de cómo es la realidad no tendrá problema en actuar".

Ya en octubre de 2008, poco después de desatarse la crisis financiera internacional, Hungría recibió un préstamo internacional de 20.000 millones de euros, proveniente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la UE y el Banco Mundial (BM), para salvar al país de la bancarrota.

Las declaraciones del portavoz provocaron ayer el desplome de la Bolsa de Budapest.