La petición de auxilio financiero internacional formulada por el Gobierno griego no ha servido, como esperaba el Ejecutivo de Atenas, para rebajar la presión de los mercados internacionales, preocupados ahora por que las reticencias de Alemania y Francia dificulten la activación de la ayuda. En la primera jornada laboral después de que Atenas solicitara el viernes pasado la activación de la ayuda crediticia de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Bolsa de Atenas se desplomó y a media mañana llegó a registrar una caída del 4 por ciento. Finalmente el parqué ateniense cerró ayer con una caída del 2,86 por ciento y la rentabilidad del bono griego a 10 años se disparó hasta el 9 por ciento, ante la incertidumbre sobre cuándo Grecia tendrá acceso al crédito de 30.000 millones de euros.
El recurso de la ayuda exterior no rebaja la presión a Grecia
La Bolsa de Atenas cierra con una caída del 2,86 por ciento y la rentabilidad del bono griego a diez años se dispara al 9 por ciento por las incertidumbres
Atenas27/04/10 0:00
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