El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtieron ayer a ETA de que combatirán unidos y sin descanso a la organización terrorista y de que ésta no podrá utilizar Francia como base o refugio.
Zapatero y Sarkozy mandaron este mensaje durante el funeral oficiado en Melun, al sureste de París, por el primer agente de la seguridad del Estado galo muerto a manos de la banda terrorista y luego en la capital francesa, donde reiteraron su compromiso conjunto de luchar contra los etarras.
"Francia no se dejará intimidar nunca por el terrorismo", dijo Sarkozy durante el funeral por el brigada Jean-Serge Nérin, muerto el 16 de marzo en un tiroteo con varios miembros de la banda, uno de los cuales fue detenido y enviado ya a prisión por la Justicia gala. "Vamos a erradicar una a una todas las bases de ETA en Francia", precisó Sarkozy, antes de insistir: "vamos a buscarlos uno a uno y desmantelaremos todos los apoyos de esta organización terrorista".
"ETA es una organización sanguinaria", agregó el presidente galo, quien recordó que Nérin "es el primer agente francés asesinado" por la organización terrorista, a cuyos miembros calificó de "fanáticos sedientos de sangre". Reiteró que "Francia está más que nunca junto a la democracia española" y mostró su agradecimiento a Zapatero y al ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien asistió también al funeral, por "el gesto fuerte" que significa haber acudido al acto.
La solemnidad marcó el homenaje al brigada asesinado, a quien Sarkozy impuso a título póstumo la orden de caballero de la Legión de Honor, mientras Zapatero colocó la medalla de oro al mérito policial. "El que ataque a un policía, a un gendarme, a un funcionario, por un insulto o un gesto, ataca a la República", insistió el presidente francés, quien aludió a la preparación de una reforma legal para que los condenados por matar a un miembro de las fuerzas del orden tengan que pasar efectivamente en prisión un mínimo de 30 años, frente a los 22 actuales.
Sarkozy y Zapatero saludaron al comienzo y al final de la ceremonia a los familiares del oficial de policía, que tenía cuatro hijos y será enterrado en su tierra natal, la Guayana francesa.
Zapatero, por su parte, advirtió de que los etarras deben sentir "una grave inquietud" porque serán perseguidos "sin descanso" hasta que se logre acabar con ellos. "No se les olvidará nunca a los españoles el apoyo que Francia da en la lucha contra ETA por la libertad y la paz en España", dijo Zapatero, antes de garantizar que tampoco se olvidará al policía muerto a manos de la banda terrorista. "Nuestro dolor ha sido un dolor igual que cuando hemos tenido un asesinato, cuando hemos sufrido una víctima de ETA", subrayó. Mostró su "emoción" al escuchar el claro compromiso de Sarkozy para "perseguir uno a uno" a los miembros de ETA en Francia y erradicar los lugares que les sirven de base o apoyo.
Antes de esta declaración en las puertas del Elíseo, sin admitir preguntas de los periodistas, ambos compartieron un almuerzo de trabajo al que también asistieron Rubalcaba, el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux; la titular gala de Justicia, Michèle Alliot-Marie, y el secretario de Estado español de Interior, Antonio Camacho.
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