Zollitsch. El presidente de los obispos alemanes tras ver al Papa - Reuters

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El Papa está "consternado" por los casos de abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes en Alemania, dijo en el Vaticano el jefe de los obispos de ese país, Robert Zollitsch, que informó ayer al Sumo Pontífice de las medidas que han puesto en marcha y dijo que Benedicto XVI las apoya.

Zollitsch fue convocado por el Papa Ratzinger para conocer de primera mano esos casos, ocurridos en las décadas de los años 70, 80 y 90 y que pudieron afectar a unos 350 menores. El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana se reunió también con la Congregación para la Doctrina de la Fe, la cual, según dijo, está estudiando nuevas normas para aplicar en todo el mundo para afrontar los escándalos de los curas pederastas.

La reunión con el Papa duró tres cuartos de hora y Benedicto XVI escuchó "con gran consternación, atención y profunda conmoción" los casos de abusos pedagógicos y abusos sexuales contra menores que le relató, según contó tras el coloquio. El Pontífice -dijo el arzobispo de Friburgo- se mostró "favorable" a las medidas puestas en marcha por la Iglesia alemana para afrontar esos casos y "reconoció" la capacidad de ésta para gestionarlos "sin necesidad" de ayuda de la Santa Sede. Entre esas medidas se encuentran el nombramiento del obispo de Treviri, Stephen Ackmann, como responsable para la gestión de esos casos, garantizar "al máximo" la colaboración con las autoridades civiles y prestar asistencia humana, psicológica y pastoral a las víctimas y a sus familiares.
También han pedido a todas las diócesis alemanas que investiguen todos los casos ya conocidos o los que puedan salir a flote, aunque sean de tiempos lejanos, y a las parroquias que adopten una "cultura de la vigilancia".

La Iglesia alemana ha distribuido asimismo cuestionarios sobre estos casos, aunque -señaló Zollitsch- todavía no tiene datos definitivos. El arzobispo dijo que cuando existe una sospecha de abusos se pone en marcha el procedimiento penal por parte del Estado y el interno de la Iglesia, que no están subordinados uno al otro. Reiteró la colaboración con las autoridades civiles, a la que -dijo- informan de todos los casos sospechosos, a no ser que la víctima pida explícitamente que no lo difundan o que la seguridad de ésta pueda estar en peligro debido a la denuncia.

Zollitsch manifestó que los obispos alemanes están "desolados" por los abusos y pidió "perdón" a las víctimas y, aunque señaló que estos casos no sólo se dan en la Iglesia Católica, admitió que son "más terribles" cuando los realizan sacerdotes y educadores. Los casos afectan a 23 de las 26 diócesis católicas alemanas y entre los mismos destacan los denunciados en la escuela de elite de los jesuitas Canisius, en Berlín; en el Coro de la Catedral de Ratisbona, en un colegio de los maristas de Bamberg y en un centro del estado de Hessen. La reunión del Papa con Zollitsch se ha producido un día después de que otro obispo alemán, el de Ratisbona, Gerhard Muller, dijera que los sacerdotes pederastas no pueden seguir como tales y calificara de "estupidez" el afirmar que el celibato sacerdotal sea la causa de esos casos.