El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su "firme" apoyo a los derechos tibetanos en la reunión que celebró ayer con el Dalai Lama en la Casa Blanca.
La reunión, de casi una hora, tuvo lugar en la Sala de Mapas a puerta cerrada para restar relevancia pública a un evento que había despertado una gran expectación en todo el mundo y las protestas de China, que considera al Dalai Lama un líder separatista.
Aunque no se permitió el acceso de los medios a la reunión, el líder espiritual tibetano se dirigió brevemente a la prensa tras la reunión para expresar su satisfacción por la entrevista.
Vestido con su tradicional atuendo púrpura y azafrán y unas sandalias, el Dalai Lama, premio Nobel de la Paz, se declaró "muy contento" por la reunión, en la que, dijo, Obama le había expresado su "apoyo".
El premio Nobel explicó a Obama su compromiso con "la promoción de los valores humanos" y la "paz en el mundo", un mayor papel de liderazgo para las mujeres en todo el mundo y las preocupaciones del pueblo tibetano, agregó.
Por su parte, en un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que el presidente estadounidense y el líder espiritual hablaron de los derechos de los tibetanos y el diálogo con el Gobierno chino, entre otros asuntos.
Obama "subrayó su firme apoyo a la conservación de la especial identidad religiosa, cultural y lingüística de Tibet y la protección de los derechos humanos tibetanos en la República Popular China", añadió el portavoz.
El presidente estadounidense también alabó el compromiso con la no violencia y la búsqueda del diálogo con China por parte del Dalai Lama, destacó Gibbs.
Asimismo, Obama "subrayó que ha alentado constantemente a ambas partes a implicarse en un diálogo directo para resolver sus diferencias y le complació escuchar la reciente reanudación de esas conversaciones".
Obama y el Dalai Lama "se mostraron de acuerdo en la importancia de una relación positiva y de cooperación entre EEUU y China", agregó el comunicado.
Tras la reunión en la Casa Blanca, el Dalai Lama, que huyó de Tíbet en 1959 tras un levantamiento en esa región contra China, tiene previsto también conversar con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en otra reunión también a puerta cerrada.
El encuentro entre los dos premios Nobel de la Paz se celebró en momentos en que las relaciones entre Washington y Pekín atraviesan un periodo de tensión por la venta de armas por valor de 6.400 millones de dólares de EEUU a Taiwán, desacuerdos sobre la cotización del yuan y denuncias de ciberataques chinos a empresas estadounidenses.
China, además, considera al Dalai Lama, que defiende la autonomía tibetana pero no reclama la independencia, como un líder separatista, y había advertido a Washington de que su entrevista con Obama perjudicaría las relaciones bilaterales.
Obama ya aplazó la reunión con el líder espiritual en octubre, la última ocasión en la que el Dalai Lama visitó Washington, para no causar tensiones en las relaciones con China antes de su visita de Estado a Pekín en noviembre.
Estados Unidos busca la colaboración de Pekín en asuntos como la lucha contra el cambio climático o los programas nucleares de Corea del Norte e Irán.
En particular, Obama trata de persuadir a la República Popular para que apoye la imposición de nuevas sanciones contra Teherán, algo a lo que hasta ahora las autoridades chinas se han mostrado renuentes.
Una de las represalias con las que se conjetura que China podría responder a la reunión de hoy es un aplazamiento de la visita de Estado que su presidente, Hu Jintao, tiene pendiente a Washington y que inicialmente se preveía para abril.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses se han visto alentadas por lo que consideran un signo positivo por parte de China, que autorizó fondear en Hong Kong al portaaviones "Nimitz", algo que se había denegado en otros episodios de tensión.
Mientras Obama y el Dalai Lama se reunían, centenares de manifestantes se dieron cita frente a la Casa Blanca para pedir con cantos y bailes tibetanos que el "cambio" llegue al Tíbet.
EEUU y su relación con China
Estados Unidos busca la colaboración de Pekín en asuntos como la lucha contra el cambio climático o los programas nucleares de Corea del Norte e Irán. En particular, Obama trata de persuadir a la República Popular para que apoye la imposición de nuevas sanciones contra Teherán, algo a lo que hasta ahora las autoridades chinas se han mostrado renuentes.
Una de las represalias con las que se conjetura que China podría responder a la reunión de ayer es un aplazamiento de la visita de Estado que su presidente, Hu Jintao, tiene pendiente a Washington y que inicialmente se preveía para abril.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.