Ministro. Apuesta por recuperar la confianza - Archivo

TW
0

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, afirmó ayer que el Ejecutivo comenzará a trabajar con sindicatos y empresarios la próxima semana para concretar el documento sobre reforma laboral que presentó el pasado viernes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El ministro aseguró que la actual crisis "no se arreglará con una sola reforma" y apostó por recuperar la confianza, el crédito y adaptar el mercado laboral a la realidad actual.

En una sesión informativa sobre la reforma de las pensiones en la sede del PSC en Barcelona, Corbacho adelantó que el Gobierno se reunirá la próxima semana con los agentes empresariales y sociales para detallar el documento de reforma laboral. Según dijo, en la reunión del viernes "lo más destacado fue la predisposición y voluntad de trabajar y hacerlo rápidamente para encontrar un acuerdo y un consenso. Quiero agradecer este gesto de responsabilidad".

Sin embargo, el ministro de Trabajo explicó que en los próximos días "estaremos más pendientes de dedicar horas y horas a trabajar que a comunicar; comunicaremos los avances, no las reuniones previas", aclaró. De la misma forma aseguró que el Gobierno seguirá debatiendo también la eventual reforma del sistema de pensiones para encontrar acuerdos en ambas materias que permitan al país salir lo antes posible de la crisis. "A la población no le gustan las peleas y discusiones, le gusta el trabajo en la misma dirección", sentenció.

En este sentido, el también secretario nacional del PSC pidió "menos ruido y más debate, menos críticas y más propuestas" para garantizar el futuro de las pensiones. Así, recordó que en 2008, el Ejecutivo ya explicó que el sistema de pensiones podrá soportarse hasta 2030, pero si se quiere alargar más allá de esa fecha, hacen falta reformas. "El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer, proponiendo alargar la edad de jubilación, pero no es una ley, es una propuesta de debate, una propuesta para llevar al Pacto de Toledo, con la voluntad de buscar acuerdos lo más amplios posibles, porque hablamos de 2030 y 2040, y hasta entonces pasarán muchos gobiernos".

El Gobierno "no ha propuesto alargar los plazos de cálculo de la pensión", continuó Corbacho, sino que se incluyó como un ejemplo en la documentación "que ya se ha retirado". "Seguramente no lo hemos explicado bien", reconoció el ministro, quien afirmó que el periodo de cálculo se deberá debatir en el Pacto de Toledo, como el resto de aspectos relacionados con el sistema de pensiones.

Corbacho reiteró en que en los últimos 30 años ha aumentado la esperanza vida de los 70 años de 1975 a los 80 años de 2010 --la segunda esperanza de vida más alta del mundo después de Japón--, y que la tendencia apunta a que en 2025-2030, el peso de la población de más de 65 años será del 16 por ciento, porcentaje que se le elevará al 50 por ciento en 2040. También repasó que España ha reducido el envejecimiento por la llegada de cinco millones de inmigrantes en los últimos años con una media de edad de 30 años, pero en el futuro el modelo económico "no necesitará tanta empleabilidad y bajará la inmigración", a la vez que la natalidad "no se incrementará de una manera considerable".

Respecto a las prejubilaciones, rechazó un modelo de empleo en el que el objetivo sea prejubilarse a los 55 años, lo que debe ser "la excepción, no la regla". Asimismo, sobre la posibilidad de que parte de la jubilación la paguen los Presupuestos Generales del Estado --obteniendo los recursos vía impuestos--, se trataría en todo caso de "un proceso de evolución", no de un día para otro, y que hoy por hoy no se contempla.

INTERESES
En cuanto a las críticas internacionales que recibe la economía española, Corbacho ve intereses de otros países y lamentó las palabras del comisario de Competencia, Joaquín Almunia, equiparando a España con Grecia y Portugal. "Algunos con sus declaraciones no contribuyen al sosiego y paz como es el caso de Almunia, que no debería olvidar el conocimiento profundo de la realidad española, más allá del aspecto académico", sentenció.

Con todo, Cobacho aseguró que "esta crisis no se arreglará con una sola reforma" y que se proponen tres objetivos, "que la población recupere la confianza", algo que dinamiza el consumo, "que se recupere el crédito y que se adapte el mercado laboral a la nueva realidad".

Blanco reclama al PP que no se quede "fuera de juego"

El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco solicitó ayer al PP, durante un encuentro con dirigentes socialistas en León, que no se quede "fuera de juego" y apoye la reforma laboral. "En estos tiempos difíciles, todos estamos jugando en el mismo equipo, por eso invito al PP a que no se quede fuera de juego y colabore en este objetivo de modernizar el mercado de trabajo y vencer la crisis", dijo el titular de Fomento. Tras la reunión mantenida el viernes entre Ejecutivo y los agentes sociales, Blanco demandó al principal partido de la oposición "confianza" y que se sume "al consenso que se está fraguando entre el Gobierno, sindicatos y patronal para sacar a España de la crisis". Insistió, además, en que con el PSOE en el Gobierno no van a producirse recortes en los derechos de los trabajadores, ya es estos son "patrimonio exclusivo del PP y de su presidente, Mariano Rajoy". "Un día Rajoy apuesta por abaratar el despido y otro día dice lo contrario, no vaya a ser que pierda un puñado de votos", criticó. Blanco explicó que tanto la reforma laboral, como la que afecta a las pensiones, se incluye en el nuevo modelo de crecimiento económico diseñado por el Gobierno "para preparar al país de cara al futuro y para cumplir con los objetivos de la Unión Europea, como la reducción del déficit". Por último, señaló que el Ejecutivo "está apostando por los emprendedores mientras otros –en alusión al PP– apuestan por los especuladores".