Casa Blanca. Obama reunido con los líderes demócratas del Congreso

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Efe Washington
El presidente de EEUU, Barack Obama, espera conseguir la aprobación del plan de estímulo económico que defiende para antes del 16 de febrero, según afirmó ayer tras mantener una reunión con los líderes del Congreso en la Casa Blanca.
El mandatario dedicó ayer la jornada a la economía tras centrarse en la política exterior y la reforma ética en sus dos primeros días de mandato.

En declaraciones a la prensa, sostuvo que tanto republicanos como demócratas están de acuerdo en que EEUU experimenta "una crisis económica quizás sin predecentes y es necesario hacerle frente rápidamente".

Obama y la mayoría de los legisladores demócratas defienden un plan que, según el diseño que se maneja en la Cámara de Representantes, prevé inyectar 825.000 millones de dólares (unos 640.000 millones de euros) en la economía durante dos años.

Con ello, el presidente pretende crear o evitar la pérdida de entre tres y cuatro millones de empleos.

Hasta ahora los republicanos han criticado varios aspectos del plan, que prevé dedicar a rebajas de impuestos cerca de 275.000 millones de dólares (unos 213.000 millones de euros) y el resto a inversiones en infraestructuras y nuevas tecnologías, entre otros fines.

Los republicanos reclaman más recortes impositivos y consideran que los proyectos de gasto no podrían llevarse a cabo lo suficientemente rápido como para que tenga un efecto positivo en la economía.

El presidente estadounidense tiene un gran interés en granjearse el apoyo republicano para demostrar que, como ha prometido durante su campaña, gobernará tratando de superar las divisiones partidistas.

Obama reconoció hoy que "sigue habiendo algunas diferencias" sobre "ciertos detalles" del plan entre demócratas y republicanos, y entre los legisladores y la Casa Blanca.

Pero indicó que todos están de acuerdo en la necesidad de tomar medidas, dadas las noticias económicas alarmantes que llegan casi cada día.

El Departamento de Trabajo informó hoy de que la semana pasada las personas que solicitaron el subsidio de desempleo aumentaron en 62.000.

Al mismo tiempo, el gigante informático Microsoft anunció el despido de 5.000 trabajadores, el mayor de su historia.

Obama declaró que el Congreso está "en el buen camino" para aprobar el plan de estímulo antes del 16 de febrero, la fecha que se había marcado como meta antes de su investidura.

En un sentido similar se pronunció la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, que ha prometido presentar a debate el plan de estímulo antes del 28 de enero.

"Si no (se aprueba para el 16 de febrero) no habrá receso" en la Cámara, declaró la líder demócrata.

Además de Pelosi, participaron también en la reunión en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca el líder demócrata del Senado, Harry Reid, así como los republicanos John Boehner y Mitch McConnell.

Boehner expresó por su parte un mayor escepticismo: "Nos preocupa el tamaño del plan", dijo a la salida de la reunión.

Flanqueado por McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, y otros dirigentes de su partido, Boehner señaló que "gastar casi un billón de dólares" es demasiado.

Remarcó que es dinero que Estados Unidos pedirá prestado y que tendrán que pagar "nuestros hijos y nuestros nietos".

Tras la reunión de hoy con los legisladores, Obama tiene previsto continuar centrado en la economía, que ha prometido que va a ser la gran prioridad del inicio de su mandato.

El nuevo presidente, que asumió el poder el martes, tiene previsto reunirse hoy mismo con su equipo económico para hablar de los presupuestos.

También recibirá su sesión informativa sobre la evolución de la crisis, similar a la que recibe sobre inteligencia de cada mañana y que ha pedido que se añada diariamente a su agenda de la jornada.

Más tarde, Obama celebrará una reunión a puerta cerrada con su candidato a secretario del Tesoro, Timothy Geithner, para tratar sobre la situación económica.