Continúa la ofensiva. Reservistas de Israel se preparan para entrar, si es preciso, en la Franja de Gaza

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Otr-press Ginebra/Jerusalén
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas condenó las "graves violaciones" de los Derechos Humanos perpetradas por Israel en la Franja de Gaza, pidió el envío de una misión internacional a la región para investigar sobre el terreno los abusos contra la población y exigió a Israel que coopere con esta delegación. La resolución, propuesta por los países árabes, africanos y asiáticos, fue aprobada con 33 votos a favor, 13 abstenciones (los países europeos, Japón y Corea del Sur) y un voto en contra (el de Canadá). Según Israel, el texto aprobado es parcial y demuestra las inclinaciones de este organismo contra el Estado hebreo.
La resolución indica que el Consejo "condena firmemente las actuales operaciones militares israelíes que han causado violaciones masivas de los Derechos Humanos del pueblo palestino y la destrucción sistemática de las infraestructuras palestinas". Según fuentes diplomáticas, el texto había sido suavizado a petición de los enviados palestinos para conseguir un consenso. Estados Unidos no es miembro del Consejo y no participó en los debates. La resolución contó con el apoyo de Rusia, China y los países latinoamericanos integrados en el Consejo, que son Argentina y Brasil.

Canadá votó en contra por considerar que la resolución no reconoce que Israel ha actuado para poner fin a los lanzamientos de cohetes contra su territorio desde la Franja de Gaza. Alemania, en nombre de los miembros de la Unión Europeo pertenecientes al Consejo, anunció que se había abstenido por el mismo motivo. No obstante, la resolución pide expresamente que se ponga fin "al lanzamiento de cohetes contra civiles israelíes, que ha causado la muerte de cuatro civiles", aunque advierte de que los ataques israelíes llevan provocados alrededor de 900 muertos y 4.000 heridos.

Más víctimas y reservistas acantonados en la frontera
Tropas israelíes y milicias palestinas continuaron sus enfrentamientos en Gaza, en el decimoséptimo día de una ofensiva del Estado judío que podría entrar pronto en su "tercera fase" y que ayer se cobró las vidas de otros veinte palestinos.
Con miles de reservistas israelíes acantonadas en la frontera con Gaza, el futuro de la operación Plomo Fundido, en la que han muerto 917 palestinos y otros 4.100 resultaron heridos, depende de las gestiones diplomáticas en El Cairo con los islamistas de Hamás.

Las últimas víctimas palestinas son tres civiles, uno de ellos un profesional sanitario, que murieron en un bombardeo aéreo sobre un edificio de cuatro pisos de la localidad de Yabalia, en el norte de Gaza, un ataque que dejó también una decena de heridos.

Moaweya Hasanien, jefe de emergencias en la franja, dijo que se trata del décimo tercer profesional sanitario muerto desde que Israel comenzó su ofensiva, en la primera semana sólo por aire y desde entonces también por tierra y mar.
"El Ejército israelí ataca todo, incluso nuestras ambulancias y nuestro personal sanitario que llevan a cabo su labor humanitaria por toda la franja", dijo Hasanein.
Poco antes, otros dos civiles murieron en un bombardeo desde el aire contra la plaza Palestina de Gaza capital, que las tropas israelíes regulares cercan desde el sureste y el norte.