Martens. Fue recibido ayer por el Rey Alberto II

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Otr-press Bruselas
Bélgica busca con urgencia nuevas vías para reconstruir el Gobierno, una vez que el ya ex primer ministro, el democristiano Yves Leterme, ha mostrado su negativa a encargarse de formar un nuevo Ejecutivo. El Parlamento debe ahora encontrar alguien que encabece el Gobierno, aunque sea de manera interina, al menos hasta junio de 2009, cuando podrían convocarse nuevas elecciones, coincidiendo con las europeas y las regionales. El que que ocupe el cargo hasta entonces, puesto para el que es favorito el ex primer ministro Jean-Luc Dehaene, deberá hacer frente a la venta del Banco Fortis, y a la aprobación de un plan de estímulo de 2.000 millones de euros.

El Rey Alberto II aceptó la dimisión del Gobierno que hasta ahora dirigía Leterme, al que le pidió que continuase encabezando el Ejecutivo interino, aunque el ex primer ministro se negó, dejando a los cinco partidos que forman la coalición luchando por encontrar un sucesor. Sin embargo, parece que los distintos partidos rivales se encuentran bastante alejados, lo que podría complicar la elección de un primer ministro interino hasta junio de 2009, que es la fecha que parece más adecuada para convocar elecciones, coincidiendo con las europeas y las regionales.

Esta es la tercera crisis política que vive Bélgica en menos de un año, provocada en esta ocasión después de que el pasado viernes el presidente del Tribunal Supremo, Ghislain Londers, considerase que había indicios de que el Gobierno trató de influir en una jueza para que avalara la venta parcial de Fortis a la mayor entidad bancaria francesa, BNP Paribas. La anterior crisis llevó a los medios a especular con la posibilidad de que se rompiese la nación, después de 178 años de unión, aunque finalmente se solucionó.

VARIOS CANDIDATOS
En el último fin de semana, el rey Alberto II se reunió con varios representantes políticos, para cotejar las posibles opciones disponibles para encabezar el Gobierno. De todos los candidatos, el favorito es el ex primer ministro Jean-Luc Dehaene, quien dirigió el país entre 1992 y 1999, aunque tendría que enfrentarse a las reservas existentes entre los liberales flamencos, después de que Dehaene fuese designado presidente de Dexia.