La marca japonesa lanza al mercado la nueva versión con el propulsor 1.4 turboalimentado que le va muy bien para mejorar prestaciones | Miquel Àngel Llabrés

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Gran acierto de la marca japonesa al poner a la venta el nuevo Suzuki Swift Sport con el mismo motor turboalimentado que lleva el Vitara y que tan buenas sensaciones nos causó en ese vehículo con más volumen y peso que el que el que presentamos en estas páginas. Hay que decir que el modelo que hoy nos ocupa cada vez se asemeja más al que en los años 90 hizo furor y puso las cosas muy difíciles a los Fiat Uno Turbo o Renault 5 GT Turbo y superó modelos como el Opel Corsa GSI o el Peugeot 205 Rally, por ejemplo. Estos modelos eran los que prefería la gente joven por rendimiento de motor, estética y comportamiento deportivo.

El Swift Sport, nacido de la quinta generación Swift, cuenta con una estética mucho más radical que el Sport anterior, sobre todo mirado desde atrás.

DISEÑO
La parte delantera se caracteriza por disponer de unos faros tirando a cuadrados, con una luz led de día de lo más interesante y con unos espóilers que le acaban de dar ese toque deportivo tque siempre ayuda. La parte posterior ya hemos dicho que es más radical, lo cual se nota en la distribución de una salida de escape con embellecedor en cada extremo del vehículo, además de contar con un difusor bien llamativo en gris oscuro en la parte inferior del parachoques.

En cuanto a la motorización, el nuevo Swift ha cambiado el 1.6 atmosférico con 136 CV de la anterior generación por el 1.4 turboalimentado de 140 CV. Estos 4 CV de diferencia no tienen nada que ver con las prestaciones reales que se perciben en uno y otro modelo.

El nuevo propulsor con turbo cuenta con un nervio desde bajas vueltas que hace que la aceleración sea muy lineal y progresiva, sin tirones, pero dejas a tus rivales atrás gracias al gran rango de vueltas que alcanza. De hecho, en cualquier marcha el vehículo acelera con gran celeridad, lo cual permite adelantar sin problema.

El anterior 1.6 se mostraba más perezoso y carecía de la explosividad con la que cuenta un vehículo con motor turboalimentado, del que soy un gran defensor. Es una pena que por ahora no esté disponible con cambio automático y levas en el volante, porque sería interesante. La velocidad máxima de 210 Km/h o los 8,1 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h son cifras que muestran bien a las claras de lo que es capaz este pequeño deportivo. Lo que más nos ha sorprendido agradablemente de este nuevo Swift Sport ha sido sin duda el comportamiento en carretera, ya que la estabilidad de este modelo es más bien la de un vehículo de mayores dimensiones. En las curvas cerradas se mantiene muy firme, sin que se llegue a hacer incómodo para los ocupantes en ningún momento.

El interior no tiene nada que ver con los Swift de hace tiempo o incluso con el de otros modelos de la marca. Cuenta con un marcador analógico muy interesante, que recuerda un poco al que llevaba hasta ahora el Mercedes Clase A con un fondo gris. Los dos semicírculos se complementan con una pantalla a todo color en la parte central donde se ofrece mucha información al conductor. La consola central está presidida por la pantalla táctil clásica de la marca, que es muy completa y práctica ya que es intuitiva y permite configurar elementos del vehículo.De este modelo también cabe destacar el apartado de seguridad, ya que cuenta con todos los gadgets de los que disponen vehículos de superior categoría.