Volkswagen T-1, un sueño hecho realidad

David nos cuenta que el vehículo lo adquirió en 2012 a un inglés que lo había comprado en Colorado (EEUU) y de allí se lo había llevado a Inglaterra. Al mudarse a vivir al Puerto de Andratx se la trajo, aunque con la intención de restaurarla, ya que estaba sin motor y con algunas deficiencias en cuanto a la tapicería. Recuerda nuestro interlocutor que la vio un día aparcada yendo al puerto y tras varias negociaciones logró que se la vendieran. El trabajo de restauración duró un año y, salvo la pintura, que es la original de 1965, el resto hubo que restaurarlo empezando por el motor, ya que estaba sólo en el chasis y todo el interior, pero reconoce que ha valido la pena, ya que el resultado ha sido excelente y se siente muy orgulloso con él. Asegura que es metódico en el trabajo de restauración y le gusta dejar los vehículos lo más parecidos posible al original y también le apasiona colocarle algunos extras para su satisfacción personal. El resultado ha sido tan satisfactorio que la furgoneta ha participado en diversos anuncios publicitarios rodados en la Isla y se la suelen alquilar para alguna que otra boda.

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Reconoce que el mundillo de los Volskwagen le apasiona desde hace tiempo y por eso, además de esta furgoneta, tiene otros vehículos de la misma marca. Cree que con el paso del tiempo ha conseguido mejorar sus habilidades en mecánica y realiza algunas de las reparaciones que necesita el vehículo. Lo usa bastante, incluso algunos días lo lleva al trabajo y lo utiliza para algunos portes, dada su gran capacidad de carga. Tiene pendiente poder salir con ella a la Península o al extranjero a algunas de las concentraciones que este tipo de vehículo hacen con regularidad.

Como persona bastante inquieta, y sobre todo amante de los clásicos, tiene en mente algunos nuevos proyectos que asegura que en su día nos desvelará. Algunos ya están comenzados y otros a la espera de ejecución, pero para hablar de ello habrá que esperar un poco.