Imagen de la reunión de la coalición de voluntarios. | LUDOVIC MARIN / POOL

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Una nueva cumbre en París avanzó este jueves en la definición de una posible fuerza internacional que proteja una eventual paz en Ucrania, dentro del objetivo de una treintena de países europeos, Canadá y Australia, de reforzar la posición negociadora de Kiev frente a Rusia. La reunión de la llamada 'coalición de voluntarios', auspiciada por Francia y el Reino Unido, dio un paso más con el anuncio del envío a Ucrania de una misión militar franco-británica para comenzar a estudiar posibles modalidades de despliegue.

El encuentro coincidió también en mantener las sanciones económicas a Rusia hasta que se alcance la paz, así como en continuar el apoyo militar y político a Ucrania para que esté en la mejor posición negociadora ante Moscú. En Ucrania «habrá una fuerza de garantía» enviada por «varios países europeos» si finalmente se acuerda el final de la guerra, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, en una conferencia de prensa tras la reunión.

Macron reconoció que «no hay unanimidad» entre los países reunidos hoy en París respecto a su participación en esa fuerza, ya que «algunos estados no tienen la capacidad de hacerlo, a otros el contexto político no les permite el acuerdo». Aún así, dejó claro que esa unanimidad «no es necesaria» para que la iniciativa salga adelante. También dejó claro que desea el apoyo de EE.UU. a esta fuerza de paz y, aunque habló por teléfono con el presidente Donald Trump antes de la cumbre del Elíseo, no precisó si trató con él este punto específico.

Sí avanzó que se ha encargado a los ministros de Asuntos Exteriores que preparen una propuesta de posibles mecanismos de seguimiento de un eventual alto el fuego para «presentar a nuestros socios estadounidenses». El primer ministro británico, Keir Starmer, evitó dar «una fecha límite estricta» a ese despliegue, pero estimó que sería necesario que «se desarrolle en días y semanas, no en meses y más meses».