Rescate de personas a bordo de un cayuco. | Efe - Gelmert Finol

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La Comisión Europea propuso este miércoles que los Estados miembros de la Unión Europea (UE) tengan la posibilidad de enviar a terceros países a los migrantes que hayan recibido una orden de devolución, en el marco de una legislación para acelerar e intensificar los retornos. Hace un tiempo el gobierno de Giorgia Meloni, en Italia, suscitó polémica por el envío de migrantes a centros de detención en Albania, algo que ha provocado un contencioso con el propio sistema judicial transalpino.

Esa opción figura en una propuesta de reglamento para establecer un sistema común para las devoluciones de migrantes, según un borrador al que tuvo acceso EFE, y que está previsto que respalde hoy el Colegio de Comisarios coincidiendo con los cien días del segundo mandato de Ursula von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario. La legislación prevé también el «retorno forzado» y prohibiciones de entrada para los nacionales extranjeros que no puedan permanecer en la Unión Europea y supongan riesgos para la seguridad.

El objetivo de la nueva normativa, que al ser un reglamento será de aplicación directa en los Estados miembros, es hacer que los retornos se gestionen de manera uniforme en toda la Unión, a través de un procedimiento simplificado. La Comisión Europea explica que no ha existido un estudio de impacto previo a la propuesta por la «urgencia» para presentarla, aunque precisa que se apoya en un amplio abanico de consultas, estudios y evaluaciones.

Además, asegura que respeta los derechos fundamentales y los principios de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, así como la legislación internacional. Prevé en particular una serie de medidas para impulsar los retornos, empezando por la posibilidad de enviar a terceros países a los migrantes que han recibido una orden de devolución. Sobre ese punto, el texto precisa que los países a los que se podrían enviar serían aquellos con los que exista un acuerdo o convenio de retorno y que esa posibilidad debe estar sujeta a condiciones específicas para garantizar el respeto de los derechos fundamentales.

En cuanto a la orden europea de retorno, se estipula que aunque los Estados miembros seguirán emitiendo sus propias decisiones en ese ámbito, la propuesta introduce una euroorden de retorno que complementará las decisiones de los países para aportar claridad. La propuesta incluye también normas comunes para la emisión de decisiones de retorno y la imposición de prohibiciones de entrada de manera que los extranjeros recibirán el mismo trato en todos los Estados miembros con el fin de que no haya abusos aprovechando las diferencias entre países. Además, prevé reforzar el retorno forzoso e incentivar el retorno voluntario e incluirá garantías procesales para el respeto de la Carta de los Derechos Fundamentales.

Otra novedad de la legislación es que obligará a los migrantes a cooperar en todas las etapas del procedimiento y que establece su derecho a la información, así como las normas para prevenir las fugas y movimientos no autorizados entre Estados miembros. También hay un mecanismo para el reconocimiento y la ejecución de las decisiones dictadas por otro Estado miembro. Por último, prevé la readmisión como parte integrante del proceso de retorno y fija un enfoque común en ese ámbito, con un formulario estándar para las solicitudes y el seguimiento sistemático de las decisiones.