Una mallorquina, en vilo por la llegada del ciclón Alfred a Australia: «Viviendo un confinamiento 3.0»

«¿Cuáles eran las posibilidades de vivir dos ciclones fuertes en Australia (con 2.000km de distancia uno del otro) en 1 año? Estoy viviendo un confinamiento 3.0.», ha contado Aguiló. Y es que los habitantes de Brisbane han tomado todo tipo de precauciones, desde proteger las ventanas, hasta asegurar los objetos en jardines y terrazas o preparar kits de emergencia con agua, medicinas, alimentos y linternas. Además, el Gobierno ha decretado el estado de alarma, lo que ha supuesto el cierre de negocios, la suspensión del transporte público y la cancelación de las clases y de las cirugías no urgentes en hospitales. Una situación que se puede ver en las imágenes que ha compartido la mallorquina, ya que se ven las estanterías de los supermercados totalmente vacías.

Con nervios, pero bien preparada, la mallorquina reconoce que hay preocupación ante la magnitud del fenómeno meteorológico: «24/7 pegada al pronóstico. No le deseo esto a nadie», ha confeso en su cuenta del X (antes Twitter) junto a una imagen en la que se puede ver el recorrido actual del ciclón.

Como todo preparado en Australia se prepara para la llegada del ciclón Alfred, decenas de establecimientos comerciales cerraron sus puertas este jueves debido a la inminente llegada, que se espera provoque intensas lluvias y vientos destructivos desde esta noche en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur. A pesar de que la Oficina de Meteorología retrasó la llegada del ciclón, inicialmente prevista para esta noche, para el sábado, las autoridades mantienen las alertas por la amenaza de inundaciones y la magnitud de los vientos. Alfred, un ciclón de categoría 2 en una escala de 5, continúa siendo un riesgo significativo para la región.

El Gobierno de Queensland informó que se registraron récords en las alturas de las olas, con una alcanzando los 12,3 metros, y medios locales compartieron imágenes de la subida del nivel del agua en algunas playas durante la mañana, lo que evidenció el avance de la tormenta. La cadena pública ABC difundió imágenes de áreas turísticas y comerciales, que normalmente están llenas de gente, pero que hoy se presentaron vacías, con calles desoladas y negocios cerrados, evidenciando la seriedad de la situación.

El Gobierno ha activado refugios en ambas regiones, que albergan a más de 13 millones de personas, y el primer ministro Anthony Albanese aseguró que el sistema de prevención y respuesta a emergencias está listo para enfrentar el ciclón. En el ámbito aéreo, aerolíneas como Qantas y Virgin anunciaron que comenzarán a suspender vuelos en Queensland y Nueva Gales del Sur, regiones que ya sufrieron en febrero recientes inundaciones fatales. En medio de este panorama, se especula que el ciclón podría afectar la programación de las elecciones generales, que se esperaba anunciar este domingo.

Este evento se suma a una serie de desastres climáticos que Australia ha enfrentado en los últimos años, como sequías, incendios forestales e inundaciones, fenómenos que están siendo intensificados por el calentamiento global debido al exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Las autoridades siguen vigilando de cerca la evolución del ciclón, mientras instan a la población a estar alerta y tomar precauciones.