Imagen de los protestantes ante la vivienda de Benjamin Netanyahu. | Ronen Zvulun

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Cientos de manifestantes acudieron la tarde de este domingo a los alrededores de la vivienda del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en la calle Azza de Jerusalén, para demandar el retorno de los rehenes israelíes que siguen en Gaza. «No te atrevas a sabotear el acuerdo», recogió el comunicado de prensa previo a la manifestación difundido por su organización, al que tuvo acceso el diario progresista israelí Haaretz.

La Policía de Israel detuvo a un menor de 17 años por encender una bengala durante la protesta. «Los manifestantes eligieron romper el orden encendiendo bengalas, hogueras, interrumpiendo el tráfico en la zona y más», recogió el comunicado policial. Con pancartas con mensajes como «Esta guerra debe seguir para mantenerle en el trono», mostrando la imagen de Netanyahu, o «Causa de la muerte: abandono», en referencia a los rehenes, los manifestantes pasaron horas en la calle Azza.

Los asistentes a la protesta llevaron a cabo una sentada en silencio a modo de denuncia y, con la caída de la noche, recurrieron a megáfonos, tambores y encendieron bengalas y hogueras, difundió el Movimiento Pro Democracia Israelí. Este colectivo defendió en sus comunicados que Israel avance hacia la segunda fase del alto el fuego en Gaza, en la que estaba previsto el cese sostenible de las hostilidades y la liberación de los 59 rehenes que quedaban en el enclave.

Esa segunda fase debía haber comenzado este domingo, pero la primera concluyó el sábado sin que las negociaciones al respecto llegaran evolucionar, a pesar de que el acuerdo estipulaba su inicio el pasado 3 de febrero.

A última hora de la noche del sábado, Israel anunció que secundaba la propuesta del enviado de la Casa Blanca en Oriente Medio, Steve Witkoff, para una extensión de la primera fase del alto el fuego otros 42 días. Esta implicaría la liberación de la mitad de los cautivos vivos y muertos en su primer día y, la otra mitad, en la última jornada.

Hamás respondió que la propuesta «es un intento flagrante de evadir el acuerdo y evitar entrar en negociaciones para la segunda» fase, que implicaba, según el acuerdo original, el fin sostenible de las hostilidades en Gaza. De extenderse la primera fase, Israel mantendría su presencia militar en la zona de amortiguación creada en la frontera gazatí y en el corredor de Filadelfia (la divisoria entre el territorio palestino y Egipto).