Imagen de archivo de ayuda humanitaria sobre Gaza. | Ronen Zvulun

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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado la suspensión de la entrada de ayuda a la Franja de Gaza a partir de este domingo tras denunciar la negativa de Hamás a aceptar los términos de Estados Unidos -- aprobados por el Gobierno israelí -- para prolongar la primera etapa del alto el fuego en el enclave palestino, que expiró este pasado sábado.

El anuncio del primer ministro israelí ha llegado horas después de que precisamente el Gobierno de Israel declarara un nuevo alto el fuego unilateral durante las festividades del Ramadán musulmán y la Pascua judía, es decir, aproximadamente hasta el 20 de abril. Sin embargo, esta ampliación del cese de hostilidades funcionará al margen de los términos del alto el fuego inicial negociado entre Hamás e Israel y que entró en vigor el 19 de enero. Por lo tanto, no incluye la continuación de los procedimientos para canjear a rehenes israelíes en manos de las milicias palestinas por prisioneros palestinos.

Netayahu ha acusado a Hamás de ignorar una propuesta alternativa presentada por el enviado especial de la Casa Blanca a la región, Steve Witkoff. El representante norteamericano ofreció la posibilidad de prolongar los términos de la primera fase del alto el fuego original: proseguir con los intercambios mientras intentan desatascar las negociaciones, ahora mismo paralizadas, para pactar una hipotética segunda etapa que comprende la liberación de todos los rehenes masculinos a cambio de la retirada de las fuerzas israelíes del enclave palestino y la apertura de conversaciones iniciales sobre un tema todavía más espinoso como es el futuro político de la Franja. Según la propuesta de Witkoff, Hamás tendría que entregar a Israel a la mitad de los rehenes que todavía tiene en su poder (fallecidos incluidos) y la segunda mitad cuando sea pactado un alto el fuego permanente.

Esta propuesta no contempla la retirada de los militares israelíes de la Franja, como exige Hamás. Así las cosas y «tras el final de la primera fase del acuerdo sobre los rehenes, y en vista de la negativa de Hamás a aceptar el 'esquema de Witkoff' para continuar las conversaciones al que Israel ha accedido», ha hecho saber la oficina de Netanyahu, «el primer ministro Netanyahu ha decidido que a partir de esta mañana cesará toda entrada de bienes y suministros a la Franja de Gaza». «Israel no permitirá un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes. Si Hamás continúa con su negativa, habrá más consecuencias», avisa la oficina del mandatario israelí.

En su respuesta inicial a la suspensión de la ayuda, Hamás denuncia que la prohibición israelí no es más que un «chantaje barato» y un «golpe de Estado» israelí contra el acuerdo de alto el fuego, además de tratarse de un «crimen de guerra y un ataque flagrante al acuerdo». Hamás ha instado por último a los mediadores internacionales a obligar a Israel a que pongan fin a estas «medidas punitivas» contra la población de Gaza.

«Las acusaciones de la ocupación sobre la violación del acuerdo por parte del movimiento son meras mentiras descaradas destinadas a encubrir sus constantes violaciones», añade Hamás, quien exige a Israel que se ciña de una vez a los términos del acuerdo original, y que estipulan con claridad los términos de la segunda etapa de negociaciones, entre ellos la retirada. «Netanyahu quiere prolongar el acuerdo sin ofrecer nada a cambio ni completar las obligaciones que le impusieron en el acuerdo durante el período pasado», sentencia Hamás en su resupuesta, recogida por la agencia palestina Sanad.

El movimiento islamista ya protestó este sábado contra los términos del enviado norteamericano al esgrimir que no eran más que una táctica dilatoria para mantener la presencia israelí en la Franja y un «retorno a las posiciones de partida», según manifestó su portavoz Hazim Qasem tras constatar las negociaciones sobre la segunda fase están completamente congeladas no solo por las fricciones sobre la retirada militar israelí, sino también y ya con vistas a futuro, porque Hamás no tiene la más mínima intención de ceder su control político ni de seguridad sobre el enclave palestino, como exige Israel en último término.

Hamás, por contra, asegura que es Israel quien está obstaculizando el proceso de diálogo al usar esta nueva tregua unilateral como tapadera de su negativa a negociar la retirada de sus fuerzas del enclave antes de cualquier otra consideración, tal y como ha denunciado este domingo su alto cargo Mahmud Mardawi. «La única forma de lograr la estabilidad en la región y el regreso de los prisioneros israelíes es completar la aplicación del acuerdo de alto el fuego, empezando por la implementación de la segunda fase», ha hecho saber en un comunicado recogido por el diario 'Filastin', afín al movimiento islamista palestino. Mardawi denunció que la tregua israelí durante el Ramadán no es más que una expresión de la renuncia de Netanyahu a proseguir con las conversaciones en una «manipulación continua» que «no devolverá a los prisioneros a sus familias, sino por el contrario, conducirá a la continuación de su sufrimiento y pondrá en peligro sus vidas, si no se ejerce presión sobre la ocupación para que cumpla con sus obligaciones».