La crítica fue elaborada por Hannah Jackson, quien destacó que la elección del esmoquin en lugar de una simple chaqueta o una blusa ofrecía una imagen independiente más que la esperada de una figura dedicada al servicio público. En sus palabras: «La elección de llevar un esmoquin, en contraposición a una 'blazer' o una blusa, hace a Trump parecerse más a una maga freelance que a una servidora pública».
Tras la publicación del artículo, figuras de medios conservadores en Estados Unidos han salido en defensa de Melania Trump. Todd Starnes, presentador de Newsmax, acusó a las periodistas de Vogue de comportarse como las «chicas malas» de la película 'Mean Girls'. Afirmó que estas críticas surgen de un odio hacia «las mujeres republicanas brillantes y seguras de sí mismas». Por su parte, Martha MacCallum de Fox News, reforzó esta defensa criticando a Vogue por transmitir mensajes contradictorios respecto al empoderamiento femenino y la moda que cada mujer decide llevar.
La defensa no se limitó a denuncias individuales. Se han alzado voces críticas desde diversos frentes, asegurando que el retrato de Melania Trump es una representación revisada y sofisticada equiparable a las icónicas imágenes de Jackie Kennedy.
Crítica de moda
En el análisis ajeno a los intereses políticos, Vanessa Friedman, crítica de moda del The New York Times, opinó sobre el retrato de Melania Trump afirmando que emana una imagen de mujer empoderada, reminiscente de personajes representativos de autoridad y poder en series televisivas como «House of Cards».
En este sentido la indumentaria de la esposa de Trump es vista como un símbolo de fuerza y profesionalismo, conforme a los cánones de determinadas figuras de negocios. La polémica sobre el mencionado retrato no solo refleja la división actual en la percepción pública y la polarización que se percibe especialmente sobre ciertas figuras políticas, sino también la tensión entre moda y significado político en figuras públicas de alto perfil.
Vogue, una voz autorizada
La revista Vogue, una entidad influyente en el campo del periodismo de moda, ha sido reconocida históricamente por marcar las tendencias de estilo y vestimenta. Su impacto trasciende la moda, adentrándose en la cultura pop y la esfera política.
Críticas a figuras como Melania Trump, sin embargo, repiten un patrón donde el juicio sobre indumentaria se traslada a una plataforma de discusión social con claros tintes emocionales. En este sentido el análisis y juicio sobre el vestuario escogido por Melania Trump y su representación hacen eco de debates más amplios sobre los roles de género, el feminismo, el poder y la representación de las primeras damas en la cultura contemporánea.
3 comentarios
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aquesta senyora ha de tenir un fetja com la seu .
Aparte de ser de raza eslava, como las rusas, es una mujer excepcional. La revista VOGUE lo lleva claro...
¿Por qué? ¿También va a montarse una Cátedra?