Boyko Borissov, ex primer ministro búlgaro y líder del partido de centro derecha GERB. | Reuters - Stoyan Nenov

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Los primeros resultados parciales de las elecciones generales del domingo en Bulgaria, las séptimas desde 2021, confirman la victoria del partido conservador populista GERB, que sin embargo lo tendrá nuevamente muy difícil para formar una coalición de gobierno.

Tras el escrutinio del 82 % de los votos, el partido del exprimer ministro Boiko Borisov se hizo con un 26 % de los votos, informó este lunes la Comisión Central Electoral. Le sigue la coalición reformista y europeísta PP-BD, con 14,7 %, y el partido ultranacionalista y prorruso «Resurrección», con el 13,8 %. Detrás de los tres primeros partidos se situó la formación DPS Nueva Generación, con el 10,6 %, delante de la Alianza para los Derechos y Libertades, con el 7 %.

Esas dos formaciones se crearon hace pocas semanas en medio de una división del tradicional partido DPS, cuyos hombres fuertes, Delyan Peeveski y Ahmed Dogan, dos empresarios de dudosa reputación, se enfrentaron en una lucha de poder. En total, al menos ocho formaciones lograron superar el umbral del 4 % para entrar en el Parlamento, mientras que una última, 'Grandeza', deberá esperar al recuento de los últimos votos para saber si también lo ha conseguido.

Estos resultados, en línea con los sondeos a pie de urna publicados el domingo, revelan una fragmentación histórica del espectro político. La Comisión Electoral Central aún no ha publicado el nivel del participación en las urnas, pronosticado en torno al 37 %. El tradicional partido socialista (excomunista) BSP, tiene un apoyo del 7,7 % de los votantes. El partido protesta Existe Tal Pueblo (ITN) obtuvo un 7 %, mientras que en octavo y noveno lugar están las formaciones populistas MECH (4,7 %) y Grandeza (4 %).

Con tantos partidos en la Cámara, Borisov lo tendrá muy complicado para formar una coalición a tres o cuatro bandas para superar los 121 escaños necesarios para una mayoría. El problema es que la mayoría de las formaciones están enfrentadas entre sí por enemistades personales y por diferencias ideológicas, sea en el tema del apoyo a Rusia, el de la lucha contra la corrupción o en intensificar una mayor integración en la Unión Europea.

El país balcánico, el más pobre de la Unión Europea (UE) y considerado el más corrupto, vive en una crisis política casi permanente desde el año 2020. Ningún gobierno ha durado más de nueve meses desde entonces y las elecciones de hoy fueron las séptimas adelantadas desde abril de 2021. Seis de estos comicios fueron ganados por el GERB y su líder Borisov, que sin embargo no ha logrado ser primer ministro desde 2021 ante la incapacidad de formar una coalición viable. Tras conocer las primeras estimaciones de las encuestas a píe de urna el domingo, Borisov dijo que negociará con todas los partidos que estén dispuestos a seguir el programa de GERB, «con excepción de »Resurrección«, ya que las familias políticas en Europa no lo permiten».

En todo caso, Borisov se mostró convencido de que logrará esta vez crear un Gobierno e introducir a Bulgaria en la zona del euro, un paso previsto para el año que viene. El PP-BD exigirá la creación de un Gobierno encabezado por un primer ministro neutral, a «igual distancia» de todos los partidos, comprometido con un claro programa anticorrupción.