Vista de París durante la celebración de los Juegos. | Reuters - GEOFFROY VAN DER HASSELT

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El ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, ha apuntado este lunes a la posible vinculación de la «ultraizquierda» en el sabotaje a gran escala contra los servicios de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) el pasado viernes, misma fecha en que arrancaron oficialmente los Juegos Olímpicos de París.

«Hemos identificado un cierto número de perfiles, de personas que podrían haber cometido este sabotaje», ha señalado inicialmente Darmanin durante una entrevista para la cadena France2, donde al poco ha señalado que el 'modus operandi' del ataque es «el modo de acción tradicional de la ultraizquierda». Cuestionado directamente sobre la vinculación de la extrema izquierda en lo ocurrido, el ministro Darmanin ha abogado por «tener cuidado» con estas cuestiones, porque por el momento se desconoce hasta que punto los autores del sabotaje «han sido manipulados o (actuaron) por cuenta propia».

Por otro lado, un hombre de unos 28 años y militante de «ultraizquierda» fue detenido el domingo en una instalación de la SNCF, sin que por el momento se haya confirmado vinculación alguna al sabotaje del viernes, según han confirmado fuentes de la investigación a la cadena BFMTV. Miembros del personal de la red ferroviaria localizaron al detenido, que mantenía una actitud sospechosa, en las instalaciones de SNCF en la localidad de Oissel, ubicada a unos cien kilómetros de París, en el departamento de Sena Marítimo.

La citada fuente ha añadido que el sospechoso portaba herramientas. A pesar de aquella incidencia, que sembró el caos durante gran parte del día en el sistema ferroviario, el ministro del Interior ha destacado que los Juegos Olímpicos se desarrollan en completa situación de seguridad, incluida la ceremonia inaugural, que por primera vez se realizó fuera de un estadio, a lo largo del río Sena. De hecho, Darmanin ha adelantado que las fuerzas de seguridad francesas han detenido a unas 200 personas, incluido medio centenar de activistas ecologistas de Extinction Rebellion, que «querían llevar a cabo acciones de sabotaje o de protesta radical en París durante las primeras pruebas de los Juegos Olímpicos».