El presidente Joe Biden. | Reuters - Elizabeth Frantz

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El presidente Joe Biden tuvo una actuación que algunos califican de inestable y vacilante mientras su rival republicano Donald Trump le atacaba con una serie de afirmaciones, a menudo falsas, en un debate entre los dos candidatos presidenciales de mayor edad donde no faltaron los insultos personales. Todo ello, a pocos meses de las elecciones de noviembre, ha encendido las alarmas. Sus aliados intentaron sacar pecho por Biden, y dos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el demócrata estaba resfriado. Pero el pobre desempeño del presidente y candidato a la reelección inquieta de forma clara a sus compañeros de filas.

La agencia Reuters cita a un importante donante de fondos de Biden, que no quiso ser identificado en sus críticas a la puesta en escena del presidente este pasado jueves, en su debate frente a Trump en Atlanta. Este apoyo de los demócratas calificó su desempeño de «descalificante» y dijo que esperaba una nueva ronda de contactos para que dimita antes de la convención nacional del partido en agosto. Esta opinión es significativa, y muchas otras voces indican la preocupación de los votantes de que el candidato de 81 años no se encuentra en plenas condiciones para cumplir con otro mandato de cuatro años.

Biden afirma que lo hizo «bien» en el debate televisado ante un «mentiroso» Donald Trump tan solo tres años menor que él, pero nítidamente en otro 'estado de forma'. El Comité Nacional del Partido Republicano señala que el mandatario «avergonzó» a Estados Unidos y es «completamente incapaz» de ejercer el cargo por su «deterioro cognitivo». «Trump es un delincuente convicto con la moral de un gato callejero», alegó en otro mensaje de la red social el equipo del actual inquilino de la Casa Blanca. En el toma y daca, el propio Trump colgó un breve vídeo en su red social Truth con imágenes de caídas, despistes y titubeos de Biden en el que se cuestiona si está capacitado para un mandato de otros cuatro años.

El debate por el estado de salud de Biden es ya público, y recientemente ocupó espacio en las tertulias y las portadas su actuación en los homenajes a los veteranos del Desembarco de Normandía. O cuando la primera ministra Giorgia Meloni, en el encuentro del G7 en Bari (Italia), lo resituó con el grueso de los mandatarios después que el presidente de los Estados Unidos se quedara observando a un paracaidista. Más allá de estos episodios, el tono del debate fue bronco. Ambos intercambiaron críticas en temas internos de calado como el aborto, la inmigración, las guerras en Ucrania y Gaza, su manejo de la economía e incluso sus partidos de golf, mientras cada uno buscaba colocar mensajes de cara a los suyos y su impacto en las próximas encuestas de opinión. Hasta la fecha ha sido una carrera prácticamente empatada. Cabe esperar acontecimientos tras el primer choque Biden-Trump previo a las elecciones.