Imagen del submarino de propulsión nuclear Kazan ruso que visitará el puerto de La Habana. | Efe

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La llegada este miércoles a La Habana de un destacamento de la Marina de Guerra rusa con una moderna fragata y un submarino de propulsión nuclear ha generado gran expectación dentro y fuera de Cuba por su simbolismo geopolítico.

¿Qué naves visitan Cuba?

El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) informó de que entre el 12 y el 17 de junio visitarán La Habana el submarino de propulsión nuclear Kazan, la fragata Gorshkov, el buque petrolero de la flota Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker. La Gorshkov, de la última generación de fragatas rusas, empezó a operar en 2018 y ha participado en maniobras multinacionales en los últimos años y en el ejercicio en que se entrenó el lanzamiento de misiles hipersónicos Tsirkon desde el mar en 2023.

El Kazan es un moderno submarino de propulsión nuclear con capacidad para disparar misiles de crucero que entró en funcionamiento en 2021.

¿Cuál es su objetivo?

Del comunicado cubano -y a falta de una explicación rusa- se intuye que se trata de una visita protocolaria. El Minfar enmarcó el atraque en la "práctica histórica" entre países con "relaciones de amistad y colaboración". Indicó además que la flotilla hacía en La Habana una "parada". En este sentido, el Departamento de Defensa de EE. UU. indicó a EFE que prevé que esta flotilla haga escalas en puertos de Cuba y posiblemente también de Venezuela durante el verano, así como ejercicios aéreos en el Caribe.

El movimiento se dio a conocer poco después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciase que estaba dispuesto a tomar "medidas asimétricas" luego de conocer que varios países occidentales iban a permitir a Ucrania emplear el armamento que le entregan para atacar a Rusia en su territorio.

¿Existe riesgo nuclear?

El Minfar afirmó anticipándose a las dudas que "ninguno de los navíos es portador de armas nucleares" y subrayó que la escala "no representa amenaza para la región". Fuentes estadounidenses no mostraron preocupación. "Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan ya que no representan una amenaza directa para Estados Unidos", afirmaron.

¿Qué puede significar?

Se han hecho múltiples lecturas. Algunos expertos apuntan causas internacionales, ligadas a la guerra en Ucrania y a la respuesta de Moscú ante los nuevos envíos de ayuda militar de EE. UU. y otros países de la OTAN a Kiev. En todo caso, todos lo interpretan como un intento del Kremlin de demostrar fuerza más allá de su zona de influencia, en las proximidades de EE. UU., pero nunca un intento real de buscar un nuevo conflicto.

Otros analistas entrevén causas internas y opinan que el Gobierno cubano quiere mostrar el respaldo de Moscú a su propia población en un momento en gran descontento en la isla tras cuatro años de grave crisis, con escasez de básicos, frecuentes apagones y una inflación galopante.

¿Hay precedentes?

En los últimos años se han producido dos visitas de flotillas rusas, pero ninguna con un submarino nuclear. En junio de 2019 tuvo lugar la última, que estuvo también encabezada por la Gorshkov. Para la anterior hay que remontarse a 2013. Para muchas personas, la mera mención de Rusia, Cuba y nuclear en una misma frase les retrotrae a la crisis de los misiles de 1963, en plena Guerra Fría entre Moscú y Washington. Pero el contexto actual es bien distinto.

¿Cómo son las relaciones Cuba-Rusia?

Las relaciones políticas, militares y económicas se han profundizado de forma cualitativa en los últimos años entre estos dos aliados históricos. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, se encuentra estos días de visita en Rusia, cuando apenas ha abandonado el país europeo el vice primer ministro Ricardo Cabrisas.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, estuvo a principios de mayo en Moscú, su segunda visita oficial en menos de dos años. En lo económico sobresalen iniciativas que van desde las donaciones rusas a las misiones de asesoría en materia de reformas, pasando por la apertura de una línea de crédito para que la isla compre en Rusia trigo, petróleo y fertilizantes. Los viajes de altos cargos militares también son frecuentes, pero absolutamente opacos.