Palestinos miran una casa destruida en Gaza. | Hatem Khaled

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El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha aplaudido este viernes la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ha ordenado a las autoridades de Israel detener inmediatamente las operaciones militares en la localidad de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, pero ha pedido a la corte «ir más allá» para prohibir la ofensiva israelí al completo en «todo en enclave palestino asediado».

«Mientras la ocupación sionista continúa cometiendo los crímenes más atroces, masacres horrendas y una guerra basada en la hambruna, además del asedio contra civiles indefensos en toda la Franja de Gaza, esperábamos que la Corte Internacional de Justicia emitiera una orden para detener la agresión y el genocidio contra nuestro pueblo en toda la Franja de Gaza y no sólo en la gobernación de Rafá», ha aseverado el grupo armado palestino en un comunicado. En este sentido, ha denunciado que lo que está sucediendo en Yabalia y otras zonas de Gaza «no es menos criminal ni peligroso que lo que está pasando en Rafá», según ha recogido el diario 'Filastin', afín al movimiento.

«Pedimos a la comunidad internacional y Naciones Unidas que presione a las fuerzas de ocupación para que cumplan inmediatamente esta orden y lograr que el Ejército sionista de ocupación ponga fin al genocidio que ha estado cometiendo contra nuestro pueblo durante más de siete meses», ha aseverado. «Se trata de una responsabilidad histórica para lograr el principio de justicia internacional y sostener el compromiso de apoyar los derechos de nuestro pueblo para lograr un Estado palestino en libertad, (...) con Jerusalén Este como capital», ha zanjado.

Por su parte, las autoridades de Sudáfrica, país que ha presentado la petición ante la CIJ para exigir a Israel nuevas medidas adicionales en la Franja de Gaza, ha alabado la medida por considerar que se trata de una resolución «más firme y precisa». La ministra de Exteriores, Naledi Pandor, ha indicado en declaraciones a la cadena SABC que la CIJ utiliza ahora un lenguaje más fuerte que «más allá de medidas provisionales, hace un claro llamamiento al alto el fuego».