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El expresidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a ser objeto de polémica esta semana en el marco de su visita al estado de Iowa, donde el pasado miércoles inició una serie de actos políticos como parte de su campaña de cara a las primarias republicanas que le puedan llevar de vuelta a la Casa Blanca en 2024.

Tras ser recibido por miles de simpatizantes en las pequeñas ciudades de Maquoketa y Dubuque, el magnate, asediado por cuatro enjuiciamientos, quiso detenerse también en un restaurante de la localidad de Bettendorf, llamado Kathy's Treehouse Pub and Eatery.

La imagen que ha dado la vuelta al mundo gracias a las redes sociales tuvo lugar en ese establecimiento, abarrotado por seguidores del expresidente que no paraban de corear "queremos a Trump".

En medio del entusiasmo por la presencia de Trump, Ashley Rashid, de 28 años y una de las camareras que trabajaban en ese local, se acercó hasta el expresidente republicano y le pidió que le firmara un autógrafo en su camiseta, a la altura del pecho.

Ese no fue el único autógrafo que dejó plasmado Trump en dicho establecimiento, donde también firmó en billetes de dólar o gorras, y repartió pizzas en cajas a una multitud de seguidores que no paraban de vitorearle, gritar su nombre y cantar la canción God Bless the U.S.A., de Lee Greenwood.

Será precisamente en Iowa el próximo 15 de enero cuando den comienzo los caucus o primarias en el Partido Republicano, donde Trump parte como favorito y tiene como principal contrincante al gobernador de Florida, Ron DeSantis.