El papa Francisco, visiblemente cansado durante el acto en el Santuario de Fátima. | GUGLIELMO MANGIAPANE

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El papa «rezó con dolor por la paz en el mundo» y en «silencio» frente a la imagen de la virgen en el santuario mariano de Fátima en la capilla de las apariciones, explicó hoy el portavoz vaticano, Matteo Bruni, después de que Francisco no pronunciase una oración que estaba prevista. Bruni explicó a los periodistas que Francisco rezó en ese «largo momento de silencio» en la capilla y en el cuarto misterio del Rosario recitado en el santuario, que tenía en el centro esa misma súplica.

Poco después, en la cuenta del papa en Twitter se publicó una oración: «Con corazón de hijos te consagramos nuestra vida, cada fibra de nuestro ser, todo lo que tenemos y somos, para siempre. Te consagramos la Iglesia y el mundo, especialmente los países en guerra. Consíguenos la paz. Tú, Virgen del Camino, abres caminos donde parece que no los hay», añade.

Francisco prefirió improvisar y no leer el discurso que tenía preparado hoy en el santuario de Fátima, en Portugal, por decisión propia, «como pastor ante los fieles que tiene delante», había aclarado antes a los medios el portavoz vaticano, después de que Francisco se haya saltado e improvisado algunas alocuciones. «El papa decide cambiar su discurso como pastor ante los fieles que se encuentra delante», explicó Bruni, quien aclaró que no se trata de un problema de visión.

Añadió que en la casa parroquial de Serafina de Lisboa tampoco concluyó su mensaje porque «no había una buena iluminación» y, como el mismo pontífice explicó, no quería forzar la vista. Desde su llegada a Lisboa este miércoles para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el papa ha preferido saltarse o no leer los discursos preparados en tres ocasiones, incluido el víacrucis de este viernes, mientras que tampoco hoy leyó la oración a la Virgen que estaba prevista y en la que se esperaba una petición de paz.

Francisco llegó en papamóvil a la explanada del santuario donde le recibieron 200.000 personas, sobre todo fieles portugueses, muchas familias que pasaron sus hijos al pontífice para que fueran bendecidos, y que habían pasado la noche aquí.

Las apariciones de Fátima están muy vinculadas a los pontificados y a los conflictos, ya que según reveló Sor Lucia muchos años después, la Virgen les anunció el final de la I Guerra Mundial, el inicio de la II Guerra Mundial y pidió la «conversión» de Rusia. Por ello se esperaba una oración o mención a las guerras y especialmente a la de Ucrania.