Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. | Europa Press

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Rusia utilizó este viernes su poder de veto para frenar en la ONU una resolución contra su invasión de Ucrania, un texto que contó con el apoyo de una clara mayoría del Consejo de Seguridad, pero ante el que se abstuvieron tres países, entre ellos China. El documento, que desde el primer momento estaba condenado al fracaso dado que Moscú podía bloquearlo, había sido impulsado por Estados Unidos para condenar la intervención militar rusa y exigir la retirada de sus tropas de Ucrania.

«Rusia puede vetar esta resolución, pero no puede vetar nuestras voces, no puede vetar la verdad, no puede vetar al pueblo ucraniano», dijo tras la votación la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.

Más allá del lenguaje del texto, lo que Washington buscaba era aislar diplomáticamente al Gobierno de Vladímir Putin, obligando a los quince países del Consejo de Seguridad a pronunciarse sobre el conflicto. Al final, lo consiguió a medias. Rusia se quedó sola en el «no» y once países apoyaron el texto, pero otros tres se abstuvieron: China, India y Emiratos Árabes Unidos.

Abstención China

China, que hasta ahora ha evitado condenar la intervención militar rusa, optó por la abstención y continuó con una ambigüedad ante el conflicto que, para muchos analistas, sólo esconde a medias su apoyo a Moscú. El embajador chino, Zhang Jun, dijo que Pekín defiende la soberanía e integridad territorial de cualquier país y en el respeto de la Carta de la ONU, pero a continuación insistió en que la situación en Ucrania es muy compleja y resultado de muchos factores.

«Con el trasfondo de cinco rondas sucesivas de expansión de la OTAN, las aspiraciones legítimas de seguridad de Rusia deberían haber sido atendidas y respondidas adecuadamente», señaló el diplomático, que insistió en que la prioridad ahora mismo debe ser dar espacio a la diplomacia para resolver el conflicto.

Zhang cargó en ese sentido contra las sanciones aprobadas por Estados Unidos, Europa y sus aliados y advirtió de que pueden echar más leña al fuego y cerrar por completo la puerta a una solución negociada.

Insistiendo en esa necesidad de diplomacia justificaron sus abstenciones la India y Emiratos Árabes Unidos, mientras que Brasil, cuyo voto también estaba en duda, optó finalmente por apoyar la resolución, al considerar que ofrecía un «equilibrio» entre denunciar las acciones rusas y dejar la puerta abierta a la posibilidad de negociaciones para parar el conflicto.

El otro país latinoamericano que se sienta actualmente en el Consejo de Seguridad, México, también votó a favor y dijo que condena con firmeza la agresión rusa. Mientras, las potencias occidentales volvieron a denunciar con dureza las acciones del Kremlin e insistieron en que Rusia tendrá que rendir cuentas por lo que está haciendo.

Próximos pasos

Una vez confirmado el esperado veto ruso, Estados Unidos dijo que prevé llevar la resolución a la Asamblea General de la ONU, donde Moscú no puede bloquearlo, pero donde el documento no será vinculante y tendrá menos peso. Aún así, supondría un importante mensaje de la comunidad internacional y se espera que la resolución salga adelante sin muchos problemas.

Hoy, más de ochenta países -incluida España- ya copatrocinaron el texto en el Consejo de Seguridad y, a lo largo del día, se vieron varios actos de apoyo a Ucrania, incluida una fotografía de los embajadores europeos con una bandera del país frente al tapiz del «Guernica» que cuelga en la ONU como símbolo de los horrores de la guerra.

Además, el Consejo observó un momento de silencio por los afectados por la invasión a petición del embajador ucraniano, aunque no sin antes de que su homólogo ruso intercediera para pedir que éste tuviera en cuenta también a las víctimas en las regiones separatistas del Donbás.