Por 282 votos a favor y 138 en contra, todos ellos de republicanos, la Cámara de Representantes ha votado para desestimar una objeción que habían presentado varios legisladores conservadores a los resultados en Pensilvania, donde ganó Biden.
La votación en la Cámara de Representantes se produjo unas dos horas después de que el Senado también se mostrara a favor de respetar el resultado de las elecciones en Pensilvania, por 92 votos contra 7 de senadores republicanos. «No esperamos más votos esta noche», dijo después de esa votación el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Eso significaba que, una vez resuelto el desafío a los resultados en Pensilvania, la sesión conjunta del Congreso volvería a reunirse y completaría rápidamente el proceso de ratificación de la victoria de Biden.
Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que cada una de ellos debe superar una votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, el presidente saliente, Donald Trump, insistió en presionar a los legisladores y a su propio vicepresidente, Mike Pence, para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución e interfirieran en una sesión que normalmente es simplemente un trámite formal.
Las arengas de Trump a miles de sus seguidores concentrados este miércoles en Washington resultaron en un asalto de cientos de esos simpatizantes al Capitolio, que se saldó con cuatro manifestantes muertos, 14 policías heridos y al menos 52 detenidos.
Esa «insurrección fallida», en palabras de McConnell, disuadió a la mayoría de republicanos el Senado de sus planes de presentar o respaldar objeciones al resultado en varios estados clave donde ganó Biden.
Solo el senador Josh Hawley siguió adelante con su plan de desafiar el resultado en Pensilvania, aunque otros seis senadores republicanos se pusieron luego de su lado en la votación sobre el tema en el pleno del Senado.
Antes de que le llegara el turno a Pensilvania, ningún senador republicano apoyó el intento de varios congresistas de objetar los resultados en otros tres estados clave donde ganó Biden: Georgia, Michigan y Nevada.
Según la ley estadounidense, para desencadenar un debate y una votación en el Congreso sobre la posibilidad de rechazar el resultado en un estado, es necesario contar con al menos un congresista y un senador que apoyen la idea.
La objeción en el caso de Pensilvania desató un debate de dos horas en el pleno de la Cámara Baja, mientras que en el Senado no hubo discusión y se votó directamente.
Unas horas antes, el Congreso votó también a favor de respetar el resultado de las elecciones en Arizona: el intento de rechazar lo votado en ese estado fracasó por 93 votos contra 6 en el Senado y por 303 contra 121 en la Cámara de Representantes.
El debate sobre el resultado en Arizona había comenzado a primera hora de la tarde, pero quedó interrumpido por el asalto al Capitolio de los simpatizantes de Trump.
Al reanudar la sesión seis horas después, una vez despejado el Capitolio, ambas cámaras del Congreso continuaron el debate sobre Arizona, y después sobre el resto de estados que votaron el pasado 3 de noviembre para elegir a Biden.
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