El adolescente estaba en un viaje misionero el mes pasado en Pompano Beach, donde él y otros jóvenes pasaron un día relajándose y disfrutando del sol. Según ha explicado la madre del menor a través de Facebook, Michael fue enterrado por sus amigos en la arena y sufrió una infección por gusanos parásitos. «Fue enterrado en la arena por diversión y se ha convertido en nuestra pesadilla», explicó la mujer.
Dumas desarrolló erupciones dolorosas y con picazón poco después de la visita a la playa por lo que fue al médico, quien diagnosticó que tenía múltiples parásitos viviendo bajo su piel, incluyendo uno de más de 7 centímetros de longitud.
Según su madre, el menor ha tenido que ser tratado con cuatro medicamentos diferentes por lo que ha tenido que pagar más de mil euros. «Nunca te dejes enterrar en la arena, ni permitas que tus hijos lo sean», advirtió.
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