Park aseguró que «toma en serio las voces de la Asamblea Nacional y del pueblo», en un discurso ante el gabinete solo una hora después de que la Asamblea Nacional diera el «sí» al «impeachment» por mayoría abrumadora.
La Asamblea Nacional surcoreana aprobó el proceso de destitución de la jefa de Estado con 234 votos a favor y 56 en contra, lo que la ha obligado a delegar todos los asuntos de Estado en el primer ministro de forma provisional.
El proceso llega ahora a manos del Tribunal Constitucional, donde al menos seis de sus nueve jueces deben dar el visto bueno a la decisión del parlamento.
Calma tensa
El primer ministro toma el control en plena incertidumbre en cuanto a la seguridad nacional, en un momento de calma tensa con Corea del Norte y a la espera de conocer la postura de la nueva administración estadounidense de Donald Trump hacia el régimen de Kim Jong-un.
El proceso de destitución se produce a raíz del mayúsculo escándalo de la «Rasputina coreana», que las últimas semanas ha llevado a millones de surcoreanos a las calles en protestas masivas para pedir el cese de su presidenta.
La jefa de Estado fue señalada por los fiscales como «cómplice» de su amiga Choi Soon-sil, que presuntamente creó una red para recaudar decenas de millones de dólares de grandes empresas del país -mediante extorsión o a cambio de favores- y posteriormente se apropió parte de los fondos.
1 comentario
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Que vergüenza ver como hasta en Corea se puede destituir a una presidenta mientras en España, la Monarquía goza de perfecta impunidad, mientras el Presidente del Gobierno cobras sobres de dinero negro, mientras el principal partido esta hundido en casos de corrupción pero continua sin legalizarse, deberíamos aprender de Corea, ellos si que parecen ser una democracia.