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Uno de los dos terroristas que mataron este martes a un sacerdote en una toma de rehenes en una iglesia en Saint Etienne du Rouvray, junto a la ciudad normanda de Ruán (noroeste), estaba fichado por la policía y llevaba un brazalete electrónico para tenerlo controlado.

Según informó una fuente judicial a la emisora «France Info», el hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada al igual que la de su compañero, tenía permiso para salir de casa de sus padres, donde residía, entre las 8.30 y las 12.30.

El terrorista, que murió abatido junto a su compañero tras secuestrar a cinco rehenes durante una hora y herir a dos de ellos -además de matar al sacerdote-, había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015, cuando fue abortado en Turquía su intento de unirse al Estado Islámico en Siria.

Sin embargo, en marzo de este año quedó libre, controlado desde entonces por el brazalete electrónico, agregó la fuente.

El presidente francés, François Hollande, aseguró que los dos autores de la toma de rehenes eran «terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico (EI)».

Ambos eran «soldados del Estado Islámico», según confirmó poco después la agencia Amaq, vinculada a la organización terrorista, que dijo que su acción fue «en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición cruzada», en alusión a la alianza internacional que ataca posiciones yihadistas en Irak y Siria.