Obama y Castro han dado una rueda de prensa conjunta después de las más de dos horas de reunión que han sostenido en el Palacio de la Revolución de La Habana en el marco de la «histórica visita» del estadounidense a Cuba, la primera de un presidente en 88 años.
«Estamos convencidos de que podemos cooperar y convivir pacíficamente en beneficio mutuo por encima de las diferencias que tenemos para contribuir a la paz y estabilidad en nuestro continente y en el mundo», ha dicho Castro.
Obama, por su parte, ha defendido «un diálogo constructivo». «Porque cuando compartimos nuestras creencias e ideas en una actitud de respeto mutuo podemos aprender ambos y hacer que la vida de nuestro pueblos sea mejor», ha esgrimido.
El estadounidense ha valorado la disposición de su homólogo a «discutir sobre todos los asuntos que están sobre la mesa» de negociaciones, incluidos los Derechos Humanos, a pesar de que ambos países mantienen «profundas diferencias» al respecto.
Para Obama la mejor manera de afrontarlas es con un diálogo «franco» y directo». «Es por eso que vamos a dar inicio aquí, en La Habana, este mismo año a un diálogo sobre Derechos Humanos que va a contar con la asistencia de Naciones Unidas», ha anunciado.
Mientras, Estados Unidos, «al igual que hace en el resto del mundo», seguirá pronunciándose a favor de los Derechos Humanos. «Mañana espero reunirme con los líderes de la sociedad civil», ha recordado en alusión a la oposición cubana.
Castro ha denunciado en su turno «la manipulación política sobre el doble rasero de los Derechos Humanos» como parte de la «confrontación». «¿Cuántos países cumplen los 61?», ha planteado, para acto seguido contestar que «ninguno». Cuba, ha explicado, «cumple 47». «Habrá otros que cumplan más y muchos que cumplan menos», ha añadido.
En consecuencia, Castro ha considerado que, en líneas generales, «Cuba defiende los Derechos Humanos». «Consideramos que los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales», ha subrayado.
Sin embargo, interrogado sobre la existencia de presos políticos, Castro ha preguntado «¿Qué presos políticos?». «Dame la lista ahora mismo para soltarlos», ha instado al periodista en cuestión. «Si hay presos políticos, antes de que llegue la noche estarán sueltos», ha prometido.
Soberanía Cubana
Castro ha advertido en contra de vincular cualquier avance en las negociaciones a cambios políticos sustanciales. «No debería pretenderse que el pueblo cubano renuncie al destino que libre y soberanamente ha escogido y por el que ha hecho inmensos sacrificios», ha subrayado.
El líder norteamericano se ha expresado en la misma línea. «El destino de Cuba no lo va a decidir Estados Unidos o cualquier otro país. El destino de Cuba lo van a decidir los cubanos, nadie más», ha dicho tajante.
Obama ha recalcado que el objetivo del diálogo es «mejorar las condiciones de vida» en Cuba y favorecer los contactos directos entre ambos pueblos. «He venido a transmitir la amistad del pueblo estadounidense», ha dicho.
Demandas «esenciales»
Por otra parte, Castro ha insistido en que «para que pueda haber relaciones normales» Estados Unidos debe eliminar el bloqueo comercial, económico y financiero, «que tiene efectos disuasorios e intimidatorios de alcance extraterritorial», además de «consecuencias negativas para Cuba».
A este respecto, ha valorado la posición de Obama y de su Gobierno, alabando los numerosos llamamientos que ha hecho al Congreso para que derogue las muchas normas jurídicas que hacen posible el embargo a la isla caribeña.
Obama ha reiterado su llamamiento al Congreso y ha destacado la presencia de congresistas republicanos y demócratas en la delegación que le acompaña, así como de empresarios estadounidenses, considerando que es muestra del «amplio interés» en que esto ocurra.
Bloqueo
«El bloqueo va a acabar ¿Cuándo? No lo sé. Será después de que acabe mi Gobierno», ha asumido porque «es un proceso que (...) requiere tener «una mayoría en la Cámara de Representantes y mucho más que una mayoría en el Senado».
«También será necesario que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos en Guantánamo», ha incidido Castro, aunque Washington ha aclarado varias veces que este tema no forma parte de las negociaciones con La Habana.
«Estos son los dos grandes obstáculos» para progresar en el diálogo, de modo que «su eliminación será esencial para normalizar las relaciones bilaterales», ha incidido Castro.
Nuevos avances
«Otras políticas debieran ser suprimidas», ha sostenido el líder comunista. Por ello, los presidentes han suscrito durante esta reunión acuerdos en materia de agricultura y protección de medio ambiente, especialmente de los espacios marinos compartidos.
«Y actualmente se está negociando otro grupo de instrumentos bilaterales para cooperar en esferas como el enfrentamiento al narcotráfico, la seguridad del comercio, los viajeros y la salud», ha revelado.
En lo tocante a la colaboración en materia sanitaria, Castro ha apuntado «al tratamiento de enfermedades transmisibles, como el zika, y de enfermedades no transmisibles, como el cáncer». «Esta cooperación es en beneficio, no solo de Cuba y Estados Unidos, sino también para nuestros hemisferios», ha valorado.
Además, ha adelantado que «empresas cubanas y sus contrapartes estadounidenses trabajan en la identificación de posibles operaciones comerciales que se pudieran concretar en el marco aún restrictivo de las regulaciones en vigor» en sectores como las telecomunicaciones. Obama ha apuntado en particular al acceso a Internet.
Sólo 90 millas
Ambos dirigentes han coincidido en sus declaraciones a los medios de comunicación en que, si bien «queda por delante un largo y complejo camino por recorrer», «lo importante es que hemos empezado a dar pasos para una relación de nuevo tipo».
«Destruir un puente es fácil y requiere poco tiempo, pero reconstruirlo sólidamente es mucho más difícil», ha dicho Castro. «Durante más de medio siglo la visita de un presidente estadounidense a La Habana habría sido inimaginable, pero esto es una nueva era», ha proclamado Obama.
El presidente cubano ha puesto como ejemplo la «proeza» de una nadadora estadounidense que recorrió la distancia entre ambos países sin protección contra los tiburones y fue condecorada por los dos gobiernos. «Si ella pudo, nosotros también podremos», ha confiado.
«El camino que tenemos por delante no va a ser fácil, pero afortunadamente no tendremos que nadar entre tiburones para conseguirlo», ha contestado Obama. «Estamos centrados en la esperanza de que, si seguimos por este camino, tendremos un futuro mejor (...) Solo nos separan 90 millas», ha remachado.
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