Beyonce, Chris Martin de Coldplay y Bruno Mars, durante la actuación.

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La cantante Beyoncé fue la estrella indiscutible del espectáculo del descanso de la Super Bowl, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), donde presentó su nueva canción y actuó junto a Bruno Mars y el grupo Coldplay.

Beyoncé se apoderó de antemano del show el sábado con la difusión de su nuevo sencillo, «Formation», acompañado de un vídeo, a través de su página web y su cuenta de Instagram oficiales.

Chris Martin y su banda, Coldplay, fueron los encargados de abrir el espectáculo en el Estadio Levi's de Santa Clara (California), en pleno Silicon Valley, donde los Panthers de Carolina y los Broncos de Denver disputaron la edición número 50 del Super Bowl.

El grupo repasó algunos de sus éxitos, como «Viva la Vida», «Yellow» y «Paradise», y de inmediato apareció el cantante Bruno Mars para, de negro hasta los pies, interpretar y bailar su más reciente éxito, «Uptown Funk!».

Y entonces apareció Beyoncé, vestida de cuero negro, con el pelo suelto, para cantar «Formation» y liderar el baile de un ejército de mujeres sobre el césped del estadio.

La diva estuvo a punto de caerse en un momento de la actuación y a continuación se unió a Bruno Mars para cantar a dúo «Uptown Funk!».

Repaso

Después volvió Coldplay mientras un montaje de vídeo repasaba actuaciones pasadas del descanso de la Super Bowl, entre ellas las de Bruce Springsteen o Michael Jackson. Para cerrar Beyoncé y Mars también volvieron al escenario.

A todos ellos se unieron Gustavo Dudamel, director de la orquesta Filarmónica de Los Ángeles, y la orquesta juvenil de la ciudad (YOLA).

El espectáculo se cerró con fuegos artificiales, un mosaico multicolor en las gradas y las palabras «Believe in Love».

Antes del partido, la interpretación del himno nacional estuvo en manos de la cantante Lady Gaga, quien recibió muy buenas críticas en medios y en las redes sociales.

La artista neoyorquina lució un traje de chaqueta en color rojo escarlata, el mismo con el que maquilló sus párpados, y las uñas pintadas de azul, y la actriz Marlee Matlin siguió la letra del himno en el lenguaje para sordos.

Con pagos de hasta 5 millones de dólares por 30 segundos de publicidad, los anuncios de la cerveza Budweiser, con la actriz Helen Mirren, y del fabricante Kia, con el actor Christopher Walken, estuvieron entre los más comentados de la noche.

También el del «cachorro-mono-bebé» ("puppymonkeybaby") de la compañía de bebidas Mountain Dew.

Como es tradición, el presidente de EEUU, Barack Obama, concedió una entrevista previa al partido a la cadena encargada de la retransmisión, en esta ocasión CBS.

A la entrevista se unió esta vez la primera dama, Michelle Obama, quien contó que se reúnen como cualquier otra familia para ver el Super Bowl y que, para esta ocasión, en el menú iba a haber dos tipos de ensalada, aunque también pizza y Nachos.

Además, la Casa Blanca divulgó en Twitter antes del encuentro una fotografía de los dos perros de la familia presidencial, Bo y Sunny, preparados para disfrutar del acontecimiento deportivo del año en EEUU.