El propio presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha hecho este lunes un guiño a un posible pacto con Podemos, durante un paseo por el distrito madrileño de Vallecas, ya que al ser preguntado por si hay «luz verde» para un Gobierno con el partido que lidera Pablo Iglesias ha señalado el semáforo que estaba de ese color en ese preciso momento.
El acuerdo para la Mesa, que está por ultimar y se hará público previsiblemente a finales de esta semana, deja fuera a las formaciones independentistas y nacionalistas, y sitúa al PSOE con tres puestos y Unidas Podemos con dos, al igual que cada uno de los partidos de la oposición, PP y Ciudadanos.
De esta manera, los socialistas se aseguran una mayoría de izquierdas en el órgano de gobierno del Congreso si suma sus votos con los de la formación morada, al contrario que en la legislatura pasada en la que dominaban PP y Ciudadanos. Queda fuera las fuerzas nacionalistas y Vox.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha recordado que en las Mesas del Congreso y el Senado no tienen por qué estar todos los grupos parlamentarios, como sí ocurre con la Junta de Portavoces, y ha asegurado que se negocia para que este órgano sea «representativo» de los grandes partidos, los que tienen «más escaños».
A la espera de la constitución el próximo martes del nuevo Congreso y Senado para esta legislatura, con la perspectiva de que ambas cámaras estén presididas por los socialistas, los partidos continúan su campaña electoral con la vista puesta en lo que los resultados del 26M implicarán para la formación de Gobierno.
Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también se ha mostrado convencido de que el PSOE y su formación gobernarán juntos España después de una negociación larga que se iniciará -ha dicho- tras las elecciones autonómicas y en su pronóstico ya no entra un acuerdo de los socialistas con Ciudadanos.
Hasta que eso suceda, Iglesias cree que tendrá que asumir con «naturalidad» que los periódicos publiquen noticias sobre la «muerte y el empeoramiento» de Podemos. Pero ha reiterado: «Estoy convencido de que vamos a ponernos de acuerdo y vamos a gobernar juntos».
Por otra parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha insistido en un acto en Pamplona en la necesidad de unir el voto de centroderecha y ha puesto de ejemplo de la coalición Navarra Suma, con UPN y Ciudadanos, como la forma para frenar el avance de la izquierda y los nacionalismos y constituir un «muro de contención».
Anteriormente, en una entrevista en televisión, ha descartado la existencia de crítica interna en el Partido Popular y aunque ha reconocido un «desgaste» de la marca PP. Lo ha atribuido a la «desconfianza» generada en los votantes por casos de corrupción de «hace tiempo» y no a su liderazgo, que asegura que mantendrá en la misma línea.
El presidente de la Junta y del PP de Andalucía, Juanma Moreno, uno de los barones regionales con más peso, ha coincidido en que la responsabilidad es «compartida» en el partido, que no está «para prescindir de nadie», y ha advertido de que «el camino más directo al suicidio es enredarse en un debate interno» que «no toca».
Mientras, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sido el primero en reunir a su nuevo grupo parlamentario en el Congreso, donde ha establecido los objetivos para la nueva legislatura, que empieza el día 21 de mayo: «Frenar los impuestazos y las ocurrencias de Pedro Sánchez», y «vigilar» el cumplimiento de la Constitución.
Con 57 diputados, 25 más que en la legislatura pasada, Rivera se ha autoproclamado nuevamente líder de la oposición frente a Casado y ha prometido que va a confrontar al Gobierno de una forma diferente a la que han ejercido el PP y el PSOE, porque no harán «pasteleos en privado».
Además, ha anunciado que la primera proposición de ley que su grupo registrará en el Congreso estará dirigida a «proteger a las familias españolas» con ayudas de hasta 2.400 euros anuales para las numerosas y monoparentales.
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