MADRID, 16/08/2023.- La expresidenta balear y candidata a presidir la cámara, Francina Armengol momentos antes de la reunión de la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso que se celebra este miércoles. EFE/ Mariscal | MARISCAL
Este jueves puede ser el día de Armengol. Y también de Balears. La expresidenta de las Islas tiene muchas probabilidades de acabar la jornada investida como presidenta del Congreso de los Diputados. Ni más ni menos que la tercera autoridad más importante del país, solo precedida por el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, ahora en funciones, Pedro Sánchez.
El PSOE realizó formalmente la candidatura de Armengol este martes y la cuestión se resolverá a lo largo de la mañana, al término de la Sesión Constitutiva de la XV Legislatura que tendrá lugar en el Congreso. Los diputados votarán las diferentes candidaturas de los Grupos para designar a los representantes de la Cámara Baja. Una cuestión para nada baladí. Quienes salgan elegidos -entre ellos, posiblemente Armengol- serán los encargados de marca los plazos de la investidura, así como de anunciar formalmente el candidato del rey. De salir adelante la investidura y formalizarse Gobierno, los nueve miembros de la Mesa -y, en especial, su presidente o presidenta- seguirán teniendo un papel fundamental: controlarán el funcionamiento parlamentario, coordinarán las comisiones y aceptarán o no las preguntas e interpelaciones que las fuerzas políticas transmitan por escrito. Una gestión que se postula clave en una hemiciclo notablemente fragmentado y sin mayorías ni consensos mayoritarios aparentes.
Baleares, en la primera línea de la política nacional
Con la posible investidura de Armengol como presidenta del Congreso, Baleares tiene este jueves la oportunidad de volver a la primera fila de la política nacional. Lo cierto es que la Comunidad cuenta con escasa representatividad en la liga nacional: ni ministros ni altos cargos del Ejecutivo proceden de las Islas. Sí los hubo tiempo atrás. Sin ir más lejos, el mismo cargo lo ocupó el socialista mallorquín Félix Pons, considerado uno de los políticos más destacados de la Transición. Fue ministro de Administraciones Públicas durante el segundo gobierno de Felipe González y en 1986, tras volver a ser elegido diputado de Baleares en el Congreso, fue elegido presidente de la Cámara Baja por una amplísima mayoría: 322 votos a favor de un total de 350. Mantuvo el cargo a lo largo de una década, hasta las elecciones generales de 1996.
El contrincante
La candidatura del Grupo Parlamentario Socialista es una de las opciones más plausibles, teniendo en cuenta la representatividad del partido en el Congreso. Sin embargo, Francina Armengol tendrá que superar los apoyos de la segunda propuesta con mayor peso, la del Partido Popular, con Cuca Gamarra como candidata a presidenta.
Un anuncio con intenciones
La apuesta de Pedro Sánchez por Armengol se daba por hecha desde hace días, aunque hasta este martes no se ha confirmado de manera oficial. La buena sintonía de la hasta hace poco presidenta de Baleares con ERC, PNV y el propio Carles Puigdemont ha sido decisiva para esta elección y es un pieza clave para conseguir el apoyo de los partidos catalanes a la investidura de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno.
Fantasía politiquera: Imaginen que Yolanda Diaz (la marca blanca de Pedro Sánchez), haya negociado con Carles Puigdemont la posibilidad de “lavar su imagen”, a cambio de que anuncie que por el bien de Catalunya se compromete a aplazar el tema de la autodeterminación (o incluso la “resurrección “ del lio de la independencia que dejó en suspenso) por cuatro años mas, a cambio de que el Estado Español le condone la deuda a Catalunya.
Mientras tanto que él no se preocupe de nada porque seguirá cómodamente instalado en Waterloo sin que el juez Llarena le moleste (para eso basta con un “desplazamiento lateral” o un ascenso aderezado con la adecuada instrucción a la fiscalía).
Esto no es democracia, es partitocracia. Cuando uno ya no sirve, o haya recibido el suspenso por parte de la ciudadanía, tatín tatán, magia, le aparece un puesto mejor...
Hay que ser muy .... (pongad el adjetivo que queréis) para no aceptar el responso de las urnas y seguir en lo más alto creyendo y/o haciendo creer de valer, para seguir chupando del bote...
3 comentarios
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Para cabreo de la derecha, una balear será la Presidenta del Congreso.
Fantasía politiquera: Imaginen que Yolanda Diaz (la marca blanca de Pedro Sánchez), haya negociado con Carles Puigdemont la posibilidad de “lavar su imagen”, a cambio de que anuncie que por el bien de Catalunya se compromete a aplazar el tema de la autodeterminación (o incluso la “resurrección “ del lio de la independencia que dejó en suspenso) por cuatro años mas, a cambio de que el Estado Español le condone la deuda a Catalunya. Mientras tanto que él no se preocupe de nada porque seguirá cómodamente instalado en Waterloo sin que el juez Llarena le moleste (para eso basta con un “desplazamiento lateral” o un ascenso aderezado con la adecuada instrucción a la fiscalía).
Esto no es democracia, es partitocracia. Cuando uno ya no sirve, o haya recibido el suspenso por parte de la ciudadanía, tatín tatán, magia, le aparece un puesto mejor... Hay que ser muy .... (pongad el adjetivo que queréis) para no aceptar el responso de las urnas y seguir en lo más alto creyendo y/o haciendo creer de valer, para seguir chupando del bote...