Se trata de un ruco tan efectivo como económico. | Freepik

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Una revelación ecológica. En algún momento, todos nos hemos enfrentado al desafío de mantener los cristales de nuestras ventanas o espejos sin manchas y relucientes. Hoy, un método revolucionario de España está llamando la atención por su simplicidad y efectividad. Se trata de usar cebolla como agente limpiador. Un ingrediente común en nuestras cocinas, que ahora promete dejarnos los cristales como nuevos.

Este truco casero, defendido por expertos en limpieza, no solo es económico, sino que también evita el uso de químicos agresivos presentes en muchos productos comerciales. Al cortar una cebolla y frotarla en movimientos circulares sobre el cristal, sus compuestos naturales ayudan a desengrasar y eliminar la suciedad sin dejar residuos.

Por qué elegir cebolla para limpiar

La elección de la cebolla va más allá de su disponibilidad y coste. Sus compuestos sulfúreos son clave para combatir la película de grasa que puede acumularse en las superficies de vidrio. Además, a diferencia de otros métodos, la cebolla no deja olores fuertes ni residuos indeseables.

Para aplicar este método con eficacia, sigue estos pasos simples: selecciona una cebolla fresca, córtala por la mitad y frota la parte expuesta sobre los cristales. Recuerda utilizar un paño de microfibra para secar y eliminar cualquier humedad remanente. En días secos se obtienen los mejores resultados, ya que la humedad puede crear marcas.

Comparación con otros métodos

En España, donde se valoran los métodos naturales, muchas personas comparan este truco de la cebolla con otras soluciones caseras. A diferencia del vinagre que puede dejar un olor penetrante, o del alcohol que no siempre retira la grasa, la cebolla se postula como una solución integral. Incluso el limón, aunque eficaz contra las bacterias, puede dejar rastros en el cristal.

La cebolla posee una versatilidad notable. Más allá de su uso para la limpieza de cristales, actúa como repelente natural de insectos y es capaz de absorber olores desagradables en diferentes espacios. Sus propiedades antiinflamatorias son conocidas y aprovechan para tratar picaduras de insectos o inflamaciones localizadas.