En fechas de frío es importante revisar la presión de los neumáticos con regularidad. | Freepik

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Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas pueden afectar significativamente el rendimiento de los neumáticos de tu vehículo. El frío reduce la elasticidad de la goma, disminuyendo su adherencia al pavimento y acelerando su desgaste. Además, por cada descenso de cinco grados en la temperatura, la presión de los neumáticos puede disminuir aproximadamente 0,07 bares, lo que compromete la estabilidad y aumenta el consumo de combustible.

Para mitigar estos efectos, es fundamental realizar inspecciones visuales periódicas de las ruedas, asegurándose de que no presenten bultos, grietas u otros daños que puedan provocar reventones. Asimismo, es importante verificar el estado de las válvulas y sus tapones, ya que mantienen la presión adecuada y protegen contra la entrada de suciedad.

Mantener la presión de los neumáticos en los niveles recomendados por el fabricante es crucial. Una presión incorrecta puede aumentar la distancia de frenado y disminuir el agarre en curvas. Se recomienda revisar la presión con mayor frecuencia durante el invierno, preferiblemente con los neumáticos fríos y el vehículo lo más vacío posible.

Además, es aconsejable evitar aparcar el vehículo en la calle durante las noches frías, ya que la exposición prolongada a bajas temperaturas puede afectar negativamente a los neumáticos y otros componentes del coche. Si no es posible resguardar el vehículo en un garaje, utilizar una lona que lo cubra completamente puede ayudar a protegerlo contra las heladas y el granizo.