Es tradición comer 12 uvas verdes en Nochevieja. | Andrei Zonenko

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Cada país tiene sus rituales para despedir el año, pero pocos son tan singulares como el que se celebra en España al dar las doce campanadas de Nochevieja. Desde hace más de un siglo, los españoles reciben el nuevo año comiendo una uva por cada toque del segundero. Esta curiosa tradición, que mezcla superstición y celebración, simboliza el deseo de buena suerte y prosperidad para los próximos doce meses. Las uvas se convierten en el centro de atención de familias y amigos.

Esta costumbre arraigada en la cultura española se comenzó a popularizar a finales del siglo XIX, aunque los historiadores no consiguen ponerse de acuerdo sobre el motivo por el cual se originó. La primera teoría se basa en la publicación un artículo en un periódico español titulado 'Las uvas bienhechoras', en el que se habla de la costumbre «importada de la aristocracia de Francia». Esta tradición fue adoptada por el Presidente del Consejo de Ministros, quien despidió el año con uvas y champán.

Mientras tanto, un bando del alcalde prohibió una fiesta popular en la víspera de Reyes, lo que generó descontento entre los madrileños, quienes decidieron a modo de burla hacia las familias acomodadas reunirse en la Puerta del Sol para comer uvas al ritmo de las campanadas. A los pocos años, la tradición ya se había expandido en otras partes del territorio nacional como Tenerife. Así. lo que empezó como un gesto satírico se transformó en una costumbre ampliamente compartida.

Sin embargo, hay quienes sostienen que el origen de esta costumbre tiene más que ver con una estrategia comercial impulsada por los viticultores de Alicante. Según esta teoría, a finales del siglo XIX, los agricultores de esta región enfrentaron un excedente significativo en la producción de uvas. Con el objetivo de evitar pérdidas económicas, idearon una estrategia ingeniosa para dar salida a este exceso de producto. Su campaña fue tan efectiva que la práctica se extendió rápidamente por toda España, logrando así no solo popularizar esta costumbre, sino también garantizar la venta de sus uvas excedentes.

En España se utilizan uvas frescas de color verde. La razón de que sean 12 no está clara. Pero muchos piensan que las uvas representan los 12 meses del año, y se cree que consumir una uva con cada campanada traerá buena fortuna para cada uno de ellos. Este fruto está cargado de connotaciones positivas, como la unión, la fraternidad, la alegría y el disfrute, valores que también se relacionan con el dios Baco. Tal vez por esta razón, la aristocracia francesa solía incluir uvas en sus celebraciones, destacándolas como un símbolo de placer y festividad.