Enrique, que dejará el Ejército británico en junio próximo, culminará en Australia una carrera militar de una década.
Según su portavoz, el príncipe está «encantado» de poder reencontrarse con la ADF australiana, con la que ya colaboró durante el tiempo que estuvo en Afganistán.
Las estancias en Afganistán y la caminata hasta el Polo Sur que hizo con soldados australianos reforzaron la enorme admiración y respeto que Enrique tenía por ese Ejército y ha «avivado su entusiasmo» por esta nueva experiencia, según su portavoz.
Enrique «sabe que va a aprender muchas cosas de sus colegas australianos» y está «muy agradecido» a la Fuerza de Defensa Australiana por organizar un programa tan interesante.
El próximo lunes Enrique - segundo hijo del príncipe Carlos y la difunta Diana de Gales - depositará una ofrenda floral en la Tumba al soldado desconocido en Camberra, durante su única aparición pública programada en Australia.
Después de hacer la ofrenda realizará un recorrido por el Centro Conmemorativo de Guerra australiano, también en la capital del país.
Durante sus días en Australia, el hermano del príncipe Guillermo pasará tiempo en el cuartel del Ejército australiano en Sydney y entrenará con el Servicio Aéreo Especial en los simuladores de helicópteros en Perth (suroeste de Australia).
Por su parte, la ADF ha declarado que quiere ofrecer al príncipe «una auténtica experiencia militar» y reforzar su formación en aspectos como el trabajo con soldados heridos.
Se espera que, cuando finalice su trabajo con el Ejército británico el próximo junio, el príncipe Enrique pase gran parte del verano en África, un continente por el que tiene un gran afecto por haber realizado allí labores de voluntariado.
Tras anunciar que dejaba su carrera militar, Enrique dijo que está «considerando las opciones para el futuro» y que se siente «entusiasmado con las posibilidades».
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